Después de algunas semanas, Benjamín Parra regresó a su segmento Desde otra perspectiva, en el programa Uno nunca sabe; y se refirió esta vez a la cancelación como expresión de la corrección política.
Pero ¿qué es la corrección política?
O qué es lo políticamente correcto. Benjamín ha dicho que lo considera una nueva imposición cultural.
La corrección política se manifiesta como sensibilidad hacia otras personas, por lo cual se impone un estricto código de lenguaje y de conducta y de comportamiento. Quien no acate este nuevo orden se expone a ser atacado.
Se refiere a temas de raza, sexualidad, historia pasada, política o cuestiones físicas.
Esto tiene, como todas las cosas, un lado positivo. La cultura contemporánea ha ganado terreno en otorgar respeto a grupos de personas, las así llamadas minorías y formas culturales que antes eran objeto de menosprecio.
Hasta aquí, esto se ve bien
Pero como en todos los casos, el exceso o la imposición afectan la libertad de expresión o de pensamiento.
Hay quienes quieren aplicar la cancelación a ciertos poetas. Benjamín citó el caso de un movimiento en contra de la obra de Pablo Neruda por un incidente sexual ocurrido hace más de 100 años:
Cada vez que una palabra se vuelve prohibida, retiras una piedra del cimiento democrático. La sociedad muestra su incompetencia ante un problema concreto quitando palabras del lenguaje.
¿Cuál es la diferencia?
La diferencia es no hacer acepción de personas. Se puede discrepar con algo o con alguien Pero no se quita de la escena pública. No se discrimina ni en contra ni a favor de nadie.
Dialogamos, ofrecemos crítica, confrontamos. Pero no practicamos la cancelación como expresión de la corrección política. Cancelar es una nueva forma, más sutil, de genocidio.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.