Las viejas ideas han muerto. ¡Vivan las nuevas ideas!

Las viejas ideas han muerto. ¡Vivan las nuevas ideas!

Las viejas ideas han muerto. Pero no se preocupen: ¡hay nuevas ideas! No se puede vivir en el vacío. Y, como se ve en nuestra generación, no importa lo que las reemplace.  Lo importante es que hay muchas cosas en las que podemos creer hoy.

Si uno examina la historia, cada generación ha vivido tiempos cuando las viejas ideas entran en crisis. Pero siempre ha habido algo nuevo que tome su lugar. Después de unos años, o unos siglos, lo nuevo se vuelve viejo y todo empieza de vuelta.

Obituario: Las viejas ideas

Hubo un tiempo, lejano ya, en que se creía que la palabra hablada tenía valor. No existían los notarios ni las promesas en papel sellado. Bastaban dos o tres testigos y un apretón de manos.

Fue hasta hace muy poco tiempo, quizá unos cuarenta o cincuenta años, que la vida privada era privada. Nadie indagaba qué había tras la puerta de entrada de las casas. Y, por cierto, a nadie se le ocurría ventilar sus asuntos privados en medios de comunicación.

El tiempo y la vida tenían su lentitud. Se dedicaba tiempo a la comida, a la conversación, a la lectura, a la preocupación por los más desvalidos.

No existía la obsesión por la seguridad personal y la alimentación. No se protegían puertas y ventanas con rejas y las alarmas eran desconocidas.

Las viejas ideas ocupaban un lugar importante en la vida de las personas.

De dónde venía el viejo orden

Las viejas ideas eran producto de la convicción de que la vida, el tiempo, el respeto y la solidaridad eran verdades superiores. Por supuesto, había ladrones, asesinos, dictadores genocidas y abusadores violentos: el género humano tiene su maldad. Pero eran despreciables a ojos de la mayoría de las personas.

Por cierto, no todo tiempo pasado fue mejor. Otra vez: el género humano tiene su maldad. Pero había mucho de bueno en ese mundo.

¡Vivan las nuevas ideas!

Las nuevas ideas privilegian la destrucción de todo lo que se oponga al deseo salvaje de la riqueza. Ordenan nuevos estándares para la vida humana. Alaban la democracia en tanto les sirva para perpetuarse en el poder y robar a más no poder.

Someten el pensamiento crítico a una progresiva destrucción en nombre de la velocidad, la brevedad y la estupidez trendind topic.

Han colocado a la persona humana en el centro de todo, por lo cual el individualismo y el desprecio por lo ajeno imperan en todo orden de cosas.

Alaban el cuerpo, adoran la exposición pública de casi cada detalle de la vida privada, al tiempo que esparcen odio e intolerancia en todo posible medio social.

La viejas ideas y las nuevas ideas en el tiempo

Ahora, consideren las siguientes palabras:

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas, la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación .

Primeras lineas del libro “Historia de dos ciudades” de Charles Dickens

La verdad parece ser que las viejas ideas nunca desaparecen del todo…


El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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