El prudente ve el peligro y lo evita; el imprudente sigue adelante y sufre el daño.
Proverbios 22:3 (DHH).
La situación que está atravesando el mundo entero es delicada, miles de personas están muriendo por la pandemia del coronavirus y para algunos pareciera ser una circunstancia de menor importancia. Muchos lo toman como una broma o como algo que no es tan grave. Pero con tantas personas muriendo y la rápida propagación de este virus, no sólo es una situación preocupante, sino alarmante.
La Organización Mundial de la Salud dice que el coronavirus (COVID-19) pertenece a una gran familia de virus que causan enfermedades que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves. Actualmente la propagación de este virus se da principalmente de persona a persona.
Para contrarrestar esta enfermedad, las autoridades de la salud a nivel mundial y nacional han dado recomendaciones importantes que debemos tomar en cuenta. Incluso, los presidentes de cada país han tomado restricciones fundamentales para frenar la propagación de este virus y evitar más muertes.
Sé una persona prudente y ten en cuenta las recomendaciones de tus autoridades. No lo tomes en broma ni descuides tu salud.
Si bien en la Biblia existen promesas de que Dios nos protegerá de enfermedades, también nos exhorta a ser prudentes y no exponernos innecesariamente a los peligros.
El prudente ve el peligro y lo evita; el insensato sigue adelante y recibe el daño.
Proverbios 27:12 (PDT).