La soltería, aunque es una etapa normal, parece como si fuera una especie de enfermedad que algunos buscan erradicar. Para muchos, si alguien está soltero por mucho tiempo es porque hay algo tan extraño en esa persona que por eso no tiene pareja.
Sin embargo, la soltería es una etapa y es parte del ciclo de la vida.
Para subir una escalera, se necesita subir de peldaño en peldaño; simplemente uno no puede saltar desde el principio hasta el final. De la misma manera, Dios diseñó nuestra vida por etapas, para que podamos crecer y madurar lo suficiente para llegar a la otra. En Eclesiastés 3:1 dice que hay tiempo para todo; y más adelante en el versículo 11 dice que Dios lo hizo todo hermoso para el momento apropiado.
Mientras que la soltería no tiene una fecha de caducidad específica, hay cosas que como soltero podemos hacer.
Hay solteros que creen que su estado civil es un pase libre para hacer lo que quieran; y por eso piensan que el matrimonio es una cárcel que les impedirá hacer lo que hacían antes. Sin embargo, cualquier decisión tiene sus consecuencias. Tenemos libertad, es cierto, pero no se puede hacer uso indiscriminado de ella.
Si quieres disfrutar de tu soltería, toma decisiones sabias que te permitan construir un mejor porvenir. No te dejes llevar por la emoción del momento ni te apresures en hacer cosas. Tómate tu tiempo y busca mejorar en cada área de tu vida.
Construir amistades sanas basadas en el respeto y la confianza, son esenciales para todo ser humano. Además nos ayudan a conocer a diferentes tipos de personas y a ser tolerantes.
Debes hacer amigos no con el fin de ver si puede ser tu futuro cónyuge, sino porque necesitas interactuar con personas que te apoyen y desafíen a ser mejor en la vida. En el proceso, quizá puedas conocer a la persona que Dios tiene preparada para ti.
No hay personas mejores para decir qué implica el matrimonio, que los mismos casados. Una forma de prepararnos es buscar consejo de ellos y escucharlos; de esa manera podremos aprender mucho de la vida marital y estar listos para lo que nos espera en el futuro.
Además, el matrimonio y cualquier relación requiere de una serie de habilidades útiles que promueven la armonía en el hogar. Por ejemplo, saber de manejo de conflictos, finanzas, de cocina, mantenimiento básico de la casa, etc., son destrezas que contribuyen al bienestar de la pareja, y los cuales todos deben saber, casados o no.
No hay nada mejor que depositar tu futuro en las manos de Dios. Solo Él sabe lo que es mejor para nosotros, y nos lo dará en el tiempo adecuado. El secreto para no desesperar en la espera es dejar que Dios sea quien elija nuestra pareja. Solo Él puede darnos la sabiduría necesaria para discernir y tomar buenas decisiones.
Aprovecha tu soltería para acercarte a Dios y conocer cuál es Su voluntad para ti. Recuerda que la relación más importante siempre debe ser la que tienes con el Salvador de tu vida.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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