¿Cómo es el noviazgo cristiano? o por lo menos, ¿cómo debería ser? El noviazgo cristiano se caracteriza por una serie de principios y valores que buscan fortalecer la relación entre dos personas que comparten la fe en Jesucristo. El eje del mismo debe ser Cristo. Una relación basada en Jesucristo se basa en honrarlo a Él ante todo, en el amor, el respeto y el compromiso.
El noviazgo entre dos creyentes está diseñado no solo para disfrutar de la compañía del otro, sino también para crecer espiritualmente juntos y prepararse para un futuro matrimonio. A continuación, exploraremos algunos aspectos fundamentales del noviazgo cristiano, incluyendo los límites que se establecen, los tipos de noviazgo que existen y la importancia del beso en este contexto.
Límites en el noviazgo
Uno de los aspectos más importantes del noviazgo cristiano son los límites que las parejas establecen para proteger su relación y su integridad personal. Estos límites pueden abarcar diferentes áreas, incluyendo la comunicación, la intimidad emocional y física, y la vida espiritual.
La diferencia mas clara del noviazgo entre cristianos es la atención al cuidado del testimonio. Resguardar el contacto físico y guardar la intimidad sexual para el matrimonio. Los novios pueden establecer límites claros sobre lo que consideran apropiado en cuanto a la expresión física de su amor para honrar los mandamientos de Dios en la palabra.
«Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios».
Hebreos 13:4 (LBLA)
La comunicación abierta y honesta es fundamental para mantener estos límites. En el noviazgo ambos deben sentirse cómodos discutiendo sus sentimientos, expectativas y cualquier tentación que pueda surgir. Establecer límites claros y de acuerdo a la Palabra de Dios. Esto puede ayudar a mantener el enfoque y crecer espiritual.
Tipos de noviazgos
Existen varios ejemplos de noviazgo cristiano. En el contexto cristiano, existen diferentes tipos de noviazgo que pueden variar en función de las creencias y prácticas de cada uno. Siempre y cuando este basado en el respeto por la individualidad de cada persona y en un compromiso genuino hacia la relación.
A continuación, se presentan algunos de los tipos más comunes:
Superficial
Según el reconocido evangelista Luis Palau Palau en su libro ¿Con quién me casaré?, es crucial buscar a alguien que comparta nuestra fe y valores, en otras palabras un «yugo igual», ya que esto es fundamental para construir una relación sólida y duradera. Solo así logramos el acuerdo. Cualquier relación fuera de este orden sería una superficial.
Tradicional
Este tipo de noviazgo se basa en los valores familiares y en la intención de formar una familia en el futuro. Y pueden involucrarse en actividades familiares y de la iglesia desde el inicio de la relación. Se busca la aprobación de las familias y se establecen intenciones claras de matrimonio desde el principio. Este tipo de noviazgo a menudo incluye citas supervisadas o actividades en grupo, lo que permite a las parejas conocerse en un ambiente seguro y respetuoso.
¿Beso en el noviazgo cristiano?
El beso en el noviazgo cristiano es un tema que puede generar diversas opiniones y enfoques. Para algunas parejas, el beso es una expresión natural de amor y afecto, mientras que para otras puede verse como un acto que debe ser cuidadosamente considerado.
En general, muchas parejas cristianas deciden que el beso es una forma de intimidad que puede ser parte de su relación, siempre que se haga con respeto y en el contexto de los límites previamente establecidos. Un beso puede ser visto como una forma de fortalecer el vínculo emocional entre la pareja, pero es fundamental que no se convierta en una puerta de entrada a una intimidad física no deseada.
El noviazgo cristiano, en conclusión, debe ser la antesala para un matrimonio estable basado en el acuerdo y el propósito de Dios para la pareja. Según Gary Chapman, reconocido escritor estadounidense, el noviazgo es un tiempo de preparación para el matrimonio. Las parejas deben usar este tiempo para aprender a resolver conflictos y a apoyarse mutuamente en su crecimiento personal y espiritual.