La Biblia dice que Dios es amor: no es una simple característica, sino que es Su naturaleza:
Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
1 Juan 4:16 (RVR1960)
Por eso es que vemos que Él manifiesta Su amor a través de diferentes maneras; y son esas cualidades las que hacen que Su amor sea inigualable y supere nuestro entendimiento.
A continuación veremos solo 3 de las características que más se destacan del amor de Dios; estas nos sirven para tener una mejor comprensión de lo que podemos esperar de Su parte.
El amor de Dios es…
Infinito
El Señor se le apareció desde la distancia y le dijo: «Con amor eterno te he amado y por eso te sigo mostrando mi fiel amor.»
Jeremías 31:3 (PDT)
Dios es infinito, al igual que Su amor. Es por ello que cuando leemos en la Biblia que Él nos ama, podemos tener la seguridad de que ese amor nunca se acaba y jamás nos dejará. No se trata de lo que hagamos o dejemos de hacer, Su amor es eterno y es parte de Su naturaleza; por lo que ninguna otra clase de amor se le puede comparar.
Multifacético
El Padre muestra Su amor de diferentes formas; Su amor es generoso, proveedor, protector, amable, transformador, y la lista continúa. Una de las maneras de expresión es que cuando recibimos y aceptamos Su amor, tenemos la capacidad de amar a otros.
El verdadero amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo, para que nosotros fuéramos perdonados por medio de su sacrificio.
1 Juan 4:10 (TLA)
Sacrificial
Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios.
Juan 3:16-18 (NTV)
Una de las características del amor de Dios que más sobresalen es su disposición a sacrificarse.
Porque todos somos pecados, merecemos estar apartados eternamente de Dios. Sin embargo, Él envió a Su Hijo Jesús para morir en nuestro lugar y así pagar el precio de nuestra salvación. Este acto de sacrificio demuestra que Dios está dispuesto a entregar lo más preciado con tal de salvar a quienes ama.
Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
Romanos 5:8 (NTV)
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.