La idea de que Dios es nuestro Padre es una creencia central en el cristianismo, pero puede ser difícil de entender para quienes no están familiarizados con esta fe. Este artículo explora esta noción de manera sencilla, tomando en cuenta algunas consideraciones bíblicas que explican por qué los cristianos llaman a Dios «Padre» y lo que esto significa en la vida diaria.
¿QUÉ DICE LA BIBLIA? ¿POR QUÉ DIOS ES NUESTRO PADRE?
La referencia a Dios como Padre se encuentra en muchos lugares de la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, Dios se refiere a sí mismo como el Padre de Israel, su pueblo elegido. Y en Deuteronomio 32:6 (NTV) se pregunta retóricamente:
«¿Es así como le pagas al Señor, pueblo necio y sin entendimiento? ¿No es él tu Padre, quien te creó? ¿Acaso no te formó y te estableció?»
En el Nuevo Testamento, esta idea se amplía y se hace más personal. Jesús, en particular, se refiere a Dios como su Padre y enseña a sus seguidores a hacer lo mismo. En la oración del Padre Nuestro (Ver: Mateo 6:9-13), Jesús comienza con las palabras: «Padre nuestro que estás en los cielos». Esta simple frase encapsula la cercanía y la relación íntima que los cristianos tienen con Dios.
LA PATERNIDAD DE DIOS
1. Creador y sustentador
La idea de que Dios es nuestro Padre comienza con la creencia de que Él es nuestro Creador. Así como un padre biológico es responsable de la existencia de su hijo, los cristianos creen que Dios es el autor de toda vida. Génesis 1:27 (RVR1960) dice: «Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó». Este acto de creación es visto como un acto de amor y cuidado, similar a como un padre cuida a sus hijos.
Además de crear la vida, Dios también la sostiene. En Mateo 6:26 (NTV) Jesús dice:
«Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes para él mucho más valiosos que ellos?»
Esta provisión continua es una muestra del cuidado paternal de Dios.
2. Amor y misericordia
Una de las características más destacadas de un buen padre es su amor por sus hijos. Los cristianos creen que el amor de Dios por la humanidad es inmenso y abarca a todos. En 1 Juan 3:1 (NTV) dice:
«Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos! Pero la gente de este mundo no reconoce que somos hijos de Dios, porque no lo conocen a él.»
Este versículo destaca que ser llamados hijos de Dios es un acto de amor por parte de Dios.
El amor de Dios también se manifiesta en Su misericordia. A lo largo de la Biblia hay numerosos ejemplos de la paciencia y el perdón de Dios hacia su pueblo. Uno de los relatos más conocidos es la parábola del hijo pródigo (Ver: Lucas 15:11-32), donde un padre recibe con los brazos abiertos a su hijo arrepentido, mostrando así la naturaleza misericordiosa y perdonadora de Dios.
3. Guía y disciplina
Así como un buen padre guía y disciplina a sus hijos para que crezcan y se desarrollen de manera saludable, Dios también guía y disciplina a los creyentes. Hebreos 12:6 dice:
«Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.»
Esta disciplina no se debe ver como un castigo severo, sino como una corrección amorosa que busca el bienestar y el crecimiento de la persona.
Dios también proporciona guía a través de Su Palabra (la Biblia) y su Espíritu Santo. Los cristianos creen que al seguir las enseñanzas de Dios pueden vivir vidas plenas y significativas.
UNA RELACIÓN PERSONAL CON DIOS
Una de las ideas más revolucionarias del cristianismo es la posibilidad de tener una relación personal e íntima con Dios. A través de Jesús, los cristianos creen que pueden acercarse a Dios como a un padre amoroso. Esta relación no está basada en el miedo o la obligación sino en el amor y la confianza.
1. Jesús como el camino al Padre
En el cristianismo se cree que Jesús es el medio a través del cual las personas pueden llegar a conocer a Dios como Padre. En Juan 14:6 (RVR1960) Jesús mismo dice: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí». A través de la vida, muerte y resurrección de Jesús, los cristianos creen que se ha abierto el camino para que todos puedan tener una relación directa con Dios.
2. La oración
La oración es una parte vital de la relación con Dios en el cristianismo. A través de la oración los creyentes hablan con Dios, le agradecen, le piden ayuda y buscan su guía.
Jesús enseñó a sus seguidores a orar con la confianza de que Dios los escucha y responde como un buen padre. En Mateo 7:11 (NTV) Jesús dice:
«Así que si ustedes, gente pecadora, saben dar buenos regalos a sus hijos, cuánto más su Padre celestial dará buenos regalos a quienes le pidan.»
3. Confianza y seguridad
Saber que Dios es un Padre amoroso proporciona una gran seguridad y confianza. Los cristianos creen que, independientemente de las circunstancias, Dios está presente y cuida de ellos. Romanos 8:38-39 dice:
«Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.»
DIOS COMO MODELO DE PATERNIDAD
Para los cristianos, Dios no solo es un Padre en un sentido espiritual, sino que también es un modelo para la paternidad humana. Los principios de amor, cuidado, guía y disciplina que Dios demuestra son vistos como ideales que los padres humanos deben aspirar a seguir.
1. Amor incondicional
Dios ama a sus hijos sin condición y este amor incondicional es algo que los padres humanos deben esforzarse por emular. Este tipo de amor no depende del comportamiento del hijo, sino de su identidad como hijo amado.
2. Paciencia y perdón
La paciencia y el perdón son esenciales en la paternidad. Así como Dios es paciente y perdona a sus hijos, los padres deben ser pacientes y perdonar las faltas de sus hijos, ayudándoles a crecer y aprender de sus errores.
3. Provisión y cuidado
Los padres tienen la responsabilidad de proveer y cuidar a sus hijos, asegurándose de que sus necesidades físicas, emocionales y espirituales sean satisfechas. Este cuidado refleja el amor y la provisión de Dios.
¿DIOS NUESTRO PADRE?
Decir que Dios es nuestro Padre es más que una metáfora; es una verdad central que da forma a la vida y la fe de los cristianos. Dios como Padre significa que Él es nuestro creador, sustentador, nos ama y nos guía. Esta relación ofrece a los creyentes una profunda seguridad, confianza y sentido de pertenencia.
Para quienes no son cristianos, esta perspectiva puede ofrecer una nueva comprensión de la relación entre lo divino y lo humano. Al conocer más a Dios como Padre podemos encontrar un modelo de amor, cuidado y guía que tiene el potencial de transformar nuestra vida y nuestras relaciones con los demás para siempre.