5 señales de una iglesia tóxica
5 señales de una iglesia tóxica

5 señales de una iglesia tóxica

¡La iglesia evangélica está atravesando la peor crisis de nuestra generación! De hecho, se estima que el 90 % de creyentes (entre 18 y 35 años) si no ha abandonado la iglesia, está por hacerlo y solo el 10 % se compromete a una vida de discipulado y en comunidad.

Si estás leyendo esto es porque —al igual que muchos alrededor del mundo— te preocupa el presente y el futuro de la Iglesia. Las estadísticas son espeluznantes, ¿cierto? Nos dicen que algo debemos cambiar.

No creo que la iglesia fue creada para estar intoxicada o para dañar a alguien, todo lo contrario. Fue creada con el desafío de traer sanidad a las naciones reflejando el amor de Cristo. La pregunta es: ¿Estamos siendo esa Iglesia?

Mucho de lo que escribo aquí lo aprendí leyendo el libro Iglesia tóxica y produciendo la mini serie descargable: Cristiano sin iglesia. Una capacitación y apertura a la conversación para creyentes y líderes que luchan día a día por edificar la iglesia que Dios ha diseñado.

Lo que te compartiré a continuación es un fragmento de 5 señales clave que te ayudarán a identificar si tu iglesia local o la congregación a la que perteneces están desarrollándose en un ambiente tóxico. No me centraré en pecados explícitos que muchos ya conocemos, sino en detalles (casi silenciosos o inadvertidos) que pueden convertir la cultura de la iglesia en un ambiente tóxico. ¿Comenzamos?

5 SEÑALES DE UNA IGLESIA TÓXICA

1. Intenta cambiar la conducta externa de las personas

Jesús dice en Juan 16:7-11 que el Espíritu Santo es el encargado de convencer a cada persona de pecado, justicia y juicio. Es el Espíritu Santo quien lleva a una persona al arrepentimiento, quien lo guía hacia lo correcto y quien le da una conciencia de eternidad. Lo peor que puede hacer la iglesia es atribuirse el rol que solo el Espíritu Santo puede cumplir.

Si en tu congregación hay un intento de cambiar forzadamente la conducta, la vestimenta o la personalidad de una persona por una más santa o apropiada, restringiéndole, prohibiéndole cosas o reprimiéndole; esto puede propiciar un entorno tóxico que no colabora con una cultura de iglesia saludable.

Una vez José Rivero me contó que escuchó a José Víctor Dugand (pastor de Ekklesia, en Miami) decir:

«La mayor característica de una iglesia tóxica es que las personas no puedan mostrarse como son libremente.»

¿Quiere decir que debemos tolerar el pecado y dejar que se contamine la iglesia? No, no estoy sugiriendo una licencia para pecar; pero sí debemos cuidar no tomar el rol que solo al Espíritu Santo le corresponde. Nuestro rol es amar a las personas. Obviamente hay contextos y momentos en que la iglesia debe intervenir, por lo tanto, conocerlos profundamente y enseñarlos es un rol sumamente importante que debe asumir el liderazgo de cada congregación.

2. Se encierra en el templo y no es influyente en su comunidad

Muchos líderes a nivel global nos preocupamos por ayudar a los creyentes a trasladar lo que ocurre el domingo en la congregación a su día a día en la comunidad. La Iglesia no es una reunión del domingo, la Iglesia eres tú y soy yo. ¡Cada creyente es una Iglesia andante!

Los cristianos somos súper bendecidos, bondadosos, misericordiosos y amorosos mientras estamos en el templo o nos congregamos juntos. Sin embargo, puede ser que algo más esté ocurriendo si al salir de allí esas características no se manifiestan.

El pastor y psicólogo Álvaro Rea dice que en algunos países de América Latina la asistencia a la iglesia es del 30 % de la población total, y aún así ¡no ocurre ningún cambio significativo o relevante en la sociedad! Por lo tanto, las tasas de homicidio, violencia doméstica y divorcio no parecen disminuir pese a que la gente está asistiendo a la congregación.

Esto no ocurre solo en América Latina, es un problema de la iglesia cristiana global y que comienza en cada congregación local.

¿Cómo es el entorno en tu iglesia local?

¿Cómo los ve la comunidad?

¿Los consideran una buena influencia o parte del problema?

Si tu iglesia no está bendiciendo a la comunidad externa, si no se está ocupando de los problemas externos… entonces es probable que sea una iglesia inofensiva y con un alto riesgo de volverse tóxica por no cumplir el propósito para el que fue diseñada.

Piensa en esto, Jesús dijo: «Si la sal pierde el sabor, ¿para qué va a servir? ¡Sólo para que la boten y la pisoteen por inservible!» (Mateo 5:13). Una buena pregunta en este contexto sería: Si tu iglesia no está bendiciendo e influenciando positivamente su entorno ¿de qué sirve que tu iglesia esté ahí?

3. Hace complejo el evangelio

El pastor argentino Ale Gómez organiza un súper evento evangelístico llamado Jesús Fest. En este reúne a los artistas más influyentes del mundo cristiano para hacer un evento multitudinario que atrae a miles de personas para conocer a Cristo.

En una oportunidad, él comentó que invitó a Evaluna Montaner a uno de estos eventos. Su presentación atrajo a muchísimas personas que no tenían a Cristo en su corazón; pero la mayoría de los cristianos asistentes se quejaron porque Evaluna se presentó con un piercing en la nariz. De repente, la noticia del momento entre los cristianos no fueron los miles de jóvenes que entregaron su vida a Cristo, sino el piercing de Evaluna. A otro amigo no lo dejaron entrar a una iglesia porque tenía shorts. Y como esa, hay infinidad de historias.

En algunas congregaciones hay más normas y protocolos que en empresas multinacionales, alejando así a los sedientos por conocer a Dios. Esto no significa que todas las normas sean innecesarias o negativas, sino que la esencia del evangelio debe tener preminencia sobre ellas… ¡Por favor, no hagas el evangelio complejo!

Reflexionemos en esto: ¿Sabes quiénes eran la clase de personas que Jesús atraía y con quienes pasaba mucho tiempo? Según Mateo 9:11 (NTV) la clase de personas con la que Jesús andaba era llamada «escoria». Es decir, a Jesús se le acercaba lo peor de lo peor… Esos a los que los religiosos de la época no dejaban ni entrar al templo. ¿Qué tenía Jesús que provocaba que esta gente se le acercara con libertad? Dudo mucho que Jesús exigiera requisitos para los que se acercaban a escucharle.

Piensa en los que hoy el mundo y los religiosos consideran «escoria». ¿Pueden entrar fácilmente a tu congregación? ¿Les gusta pasar tiempo allí o ni se acercan? Si ellos no frecuentan tu congregación, puedes estar frente a una señal de que tu iglesia es tóxica o, peor aún, que creen en un evangelio muy diferente al que Cristo enseñó.

4. Se evita la confrontación

En su libro Iglesia tóxica, José H. Rivero explica muy bien el contexto cuando Jesús enseñó: «Saca la viga de tu propio ojo» (Mateo 7:1-6). La mayoría malinterpreta el pasaje creyendo que el mensaje principal es: «Hazte el loco si tu hermano está haciendo mal». Sin embargo, esa no es la enseñanza del pasaje ni de la Escritura.

El mismo apóstol Pablo enseña a la iglesia que hay temas que se deben confrontar y no dejarlos pasar por alto. De hecho, Pablo confrontó a Pedro (uno de los apóstoles) por tener un comportamiento inadecuado (Gálatas 2:11-13).

En muchas congregaciones pasamos por alto este principio de confrontar. Ni siquiera lo enseñamos. Por ende, la consecuencia es que tenemos un montón de creyentes que no saben lidiar con el conflicto.

Cuando entendemos que confrontar también es amar, valoramos la confrontación y nos adiestramos en ella como lo dice Dios en Su Palabra.

En una congregación saludable hay espacio para la confrontación sana, no solo para el nuevo creyente sino que el cristiano maduro, e incluso los líderes, son confrontados cuando están cometiendo un error.

¿Hay espacio en tu congregación para confrontar a los líderes cuando hacen algo incorrecto? ¿Se te enseña cómo confrontar a un hermano de forma adecuada, bíblica y con amor? Si la respuesta es «no» puedes estar frente a un ambiente tóxico en tu iglesia local.

5. Hay mayor énfasis en el crecimiento local que en el crecimiento del reino

Todos queremos que nuestra congregación crezca, sobre todo los pastores; pero cuando ese deseo está por encima del crecimiento y beneficio del reino de Dios, estamos entrando en un terreno tóxico y dañino para el mismo pueblo.

Se ha sabido de iglesias que compiten entre ellas para saber quién «gana más almas» en un período de tiempo o quiénes atraen más personas a un evento hecho el mismo día, en el mismo horario y en el mismo lugar. No exagero, ha pasado.

Hay líderes que, por un puesto en una confraternidad de pastores pueden usar las tácticas más oscuras contra sus hermanos; tan oscuras que ni aun los mismos políticos se atreven a usarlas contra sus oponentes.

Mateo 6:33 dice: «Busca primeramente el reino de Dios.» No dice: «Busca primeramente lo que le conviene a tu congregación o ministerio.» Y sí, nuestras iglesias y ministerios forman parte del reino de Dios, pero somos llamados a no tomar decisiones unilaterales y egoístas sino a tener la misma actitud de Cristo; y ¿cuál es la actitud de Cristo? Según Filipenses 2:3 es considerar a los demás como mayores a ti mismo.

¿Cómo es tu congregación con otras iglesias locales?

¿Hay alianzas, proyectos o trabajos conjuntos con otras comunidades cristianas de la ciudad?

¿Se percibe la unidad de forma tangible?

Una congregación que se aísla a sí misma puede ser una señal de toxicidad y arrogancia.

MINI SERIE: CRISTIANO SIN IGLESIA

Abramos la conversación sobre este tema. Madurar crecer son cosas que van de la mano y no es sencillo porque es incómodo, duele y es un proceso. Humanamente todos buscamos evitar el dolor pero si es así entonces la pregunta es: ¿Quién está en el centro de tu vida? ¿Quién dirige tu vida?

Desde allí podemos profundizar acerca de las ofensas… ¿Cómo se hace para no tomarse todo personal en la vida?

Por eso José H. Rivero y yo diseñamos la mini serie descargable Cristiano sin iglesia, para que descubras algunas consideraciones que puedes poner en práctica para manejar las ofensas. Creemos que juntos podemos construir una cultura de iglesia saludable.

Descarga GRATIS, aquí.

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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