En el segmento de los viernes, junto a la licenciada Débora Pedace hablamos acerca de cómo poner límites sanos a los adolescentes.
Cómo implementarlo de forma natural
Ya se sabe que la adolescencia representa, como dijimos en otros segmentos, la etapa más difícil de atravesar en lo que respecta al ciclo vital, por eso le damos tanta importancia. Como padres, educadores, comunicadores o en el rol que representemos, consideramos fundamental abordar a los adolescentes desde la observación, comprensión y compromiso, trasmitiéndoles que en esta etapa estaremos ahí con ellos para sostenerlos.
Cómo poner límites sanos a los adolescentes
Los hijos, y más los adolescentes, necesitan amor, autocontrol, valores, restricción y sentido de responsabilidad en sus vidas; pero esto no lo lograrán sin el esfuerzo de un adulto responsable que esté cerca y les provea la imagen de límite.
¿A qué nos referimos con límites?
Cuando hablamos de límites, nos referimos a esa línea que demarca la propiedad o el terreno de cada uno. Los límites definen quiénes somos y lo que no somos, establecen fronteras y consecuencias. Son buenos y necesarios para que cada uno aclare y conozca cuáles son sus responsabilidades en esta vida.
Siempre nos enseñaron que los límites funcionan como el tronco del árbol. El tronco es el que sostiene a las ramas, hojas, frutos y raíces. Sin embargo, todo árbol con tronco robusto comenzó siendo un retoño que necesitó de un tutor para erguirse solo, necesitó apoyarse en algo más fuerte y sólido que no pertenezca a su propia estructura para crecer derecho y, con el tiempo, creció y logró sostener solo.
El proceso para desarrollar límites funciona de forma similar. Los adolescentes no pueden crear su propio tronco, no cuentan con las herramientas necesarias para lograrlo, sino que necesitan de un tutor o encargado de sostenerlos, que delimite, que clarifique, que coloque normas seguras y, una vez que el tronco sea lo suficientemente fuerte, podrá enfrentar las exigencias de la vida de forma adulta.
¿Cómo generar límites efectivos?
Para que los limites funcionen es necesario hablar de cuatro tipos de anclajes. Así como los barcos necesitan un ancla para mantenerse firmes aun en medio del mar, nuestros hijos necesitan 4 tipos de anclajes para mantenerse seguros frente a las diferentes circunstancias que les toque atravesar. Les aseguramos que, si tuvieron buenos límites y fueron responsables, les irá bien.
4 anclas fundamentales
- El amor.
- La verdad.
- La libertad.
- La realidad.
En sí, las 4 apuntan a trasmitirles que estamos de forma incondicional para ellos, no importa lo que hagan. Que existen reglas y requisitos que son impuestas por los padres o los adultos responsables. Los adolescentes necesitan saber dónde está la línea para saber si la cruzan o no.
Además es importante mostrarles que tienen libertad para elegir si respetan o no estas instrucciones o requisitos. No se puede obligar a tu hijo a que elija lo correcto, o a que haga lo que nosotros deseamos, pero si podemos mostrarle que sucede cuando no respetan los límites que como padres señalamos.
Cosas a tener en cuenta
No olvidemos validar la libertad que ellos tienen cada vez que eligen y enseñémosles a que elijan bien. Por último, hay una realidad que ellos tienen que saber. Cada decisión que toman trae una consecuencia, seamos responsables al cumplir las consecuencias que les marcamos, esto les dará seguridad. Si ellos elijen usar su libertad para rechazar las reglas y cruzar la línea, deberán enfrentar las consecuencias.
Si ponemos límites sanos a los adolescentes favorecemos a construir una sociedad donde cada niño o niña se conviertan en adultos responsables y seguros de sí mismos.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.