Cuando nuestros hijos muestran comportamientos agresivos, es normal sentir preocupación y buscar respuestas. ¿Por qué mi hijo es agresivo? La respuesta puede estar en una combinación de factores tanto psicológicos, sociales, de entorno (los ejemplos que pueda llegar a tener) y la relación que experimente con su autoridad.
¿Por qué mi hijo es agresivo?
Los niños a menudo están aprendiendo a lidiar con emociones como la frustración y el enojo. Cuando no saben cómo expresarse, pueden recurrir a la agresividad como una forma de comunicar sus sentimientos.
Me pasa que mi hijo, de 1 año nada más, en los momentos en donde no puede hacer algo, ya pierde toda la paciencia, y si no lo acompañamos puede tornarse agresivo.
La familia: lo más importante
El entorno en casa tiene un gran impacto. Si hay tensión o conflictos frecuentes, los niños pueden adoptar estos patrones de comportamiento. También, la exposición a la violencia en la televisión o videojuegos puede influir en su forma de actuar. Cuanto menos pantalla, mejor. Menos si se trata de mucho estímulo.
La personalidad influye
Algunos nenes tienen una naturaleza más impulsiva o una menor tolerancia a la frustración, lo que puede hacer que reaccionen de manera más agresiva ante ciertas situaciones.
¿Quién rodea a tu hijo?
Las influencias que lo rodeen son determinantes, como nos pasa a nosotros, los adultos. Las experiencias en la escuela y con amigos también son importantes. Si un nene se siente excluido o es víctima de bullying, puede responder de manera agresiva para protegerse. Es importante acompañarlo y ayudarlo para que no viva a la defensiva toda su vida.
¿Dónde entra Dios en esto?
A nosotros, como padres, nos toca ser intencionales con nuestros hijos al momento de enseñarles valores como el amor, la paciencia y el perdón. La Biblia nos ofrece muchas enseñanzas útiles que podemos aplicar en la crianza. Por supuesto que hablo de enseñar primeramente con el ejemplo.
Enseñarles a ponerse en el lugar del otro
«Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.»
Efesios 4:32 (NTV)
Enseñar a los nenes a amar y respetar a los demás es fundamental. En Efesios 4:32 se nos anima a ser amables y a perdonar, algo que podemos modelar y enseñar a nuestros hijos. Por eso, es muy importante que nosotros vivamos estos valores en el día a día con nuestras acciones. Porque cuando creemos que nadie nos está mirando, ellos sí.
Enseñar paciencia con paciencia
«Mejor es ser paciente que poderoso; más vale tener control propio que conquistar una ciudad.»
Proverbios 16:32 (NTV)
Proverbios 16:32 nos recuerda que es mejor ser paciente y controlar nuestra ira que ser fuerte físicamente. Ayudar a nuestros hijos a entender la importancia de la paciencia puede reducir la agresividad. Y de nuevo la pregunta: ¿Vos estás siendo paciente en tu vida y con ellos?
Un lugar seguro
Demasiado importante crear un espacio seguro donde los niños puedan hablar sobre lo que sienten es crucial. Escuchar sin juzgar y ayudarles a poner en palabras sus emociones puede hacer una gran diferencia. Nada más lindo que crearles el hábito de hacerse preguntas, pensar y no ahogarse tan fácil ante las situaciones que se presentan.
Los límites y consecuencias
Importante destacar que es importante que nuestros hijos sepan que hay una línea que no deben cruzar. Como en toda relación, hay ciertos espacios que deben estar claros. Debemos alentar el buen comportamiento y establecer consecuencias claras para las acciones agresivas; hacer esto puede ayudar a los niños a aprender de sus experiencias.
Ayuda profesional
La licenciada Débora Pedace siempre hace hincapié en que si la agresividad persiste o es muy severa, podría ser útil hablar con un psicólogo infantil o consejero familiar. Ellos pueden ofrecer herramientas y estrategias adicionales para manejar estos comportamientos.