Hablemos sobre la incertidumbre en la maternidad y qué puedo hacer cuando no sé qué hacer.
La maternidad está llena de momentos inciertos. Antes de convertirnos en madres nos preguntamos si es el momento correcto para tener un bebé o nos cuestionamos si podremos llegar a ser madres. Cuando estamos en el proceso de embarazo, nos preguntamos si el bebé será nene o nena, si será saludable, si tendremos un buen parto y tantas cosas más. Y luego viene el bebé y se nos renuevan las cientos de preguntas que surgen a diario.
Esta sensación de incertidumbre es no saber qué hacer, no saber qué va a pasar, no saber cuánto tiempo vamos a estar así, no saber si las cosas van a mejorar, no saber si podremos dormir, no saber si las cosas con la pareja van a mejorar, no saber si volveremos a sentirnos normal… es el no saber.
En esos momentos de incertidumbre en la maternidad, de no saber qué hacer, hay 2 áreas en las que te debes enfocar. La primera es en lo que Dios puede hacer y lo segundo es en lo que tú puedes hacer.
Enfócate en Dios
En los momentos de incertidumbre en la maternidad, enfoca tu mirada en Dios. Vuelve los ojos a Dios.
Como dice 2 de Crónicas 20:12b (RVR1960): «No sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos».
Lo mejor que puedo hacer en momentos de incertidumbre es enfocarte en Dios. Tu mirada tiene que estar puesta en Dios.
Si tu mirada está enfocada en Dios, estás mirando hacia adelante. Estás confiada en lo que Él va a hacer. Y eso te permite no mirar para los costados. No empezar a pensar en todas las cosas que pueden salir mal.
En Mateo 6:25-27, la palabra nos invita a no preocuparnos. Y nos recuerda que de nada nos sirve preocuparnos ya que con eso no cambiamos nada.
Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?
(RVR1960)
Luego de llamarnos a dejar la preocupación de lado, nos guía hacia lo que sí tenemos que hacer. Esto lo vemos en Mateo 6:33 (RVR1960):
Mas bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
Cuando estamos enfocados en Dios y buscando Su reino y Su justicia, podemos dejar de lado la preocupación porque sabemos que Él será quien se ocupará de todas aquellas cosas que están fuera de nuestro control.
Enfócate en edificar tu fe
Tal vez leíste hasta aquí y te estás cuestionando cómo enfocarte en Dios. Tal vez quisieras tener una mejor relación con Él, pero no es el caso en este momento. La excelente noticia es que nuestra fe es como un músculo. De la misma manera que podemos ejercitar nuestros músculos y así fortalecerlos, también podemos ejercitar nuestra fe.
¿Qué es la fe? Hebreos 11:1 (RVR1960) nos dice lo siguiente:
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Entonces, si estamos buscando dejar de sentir incertidumbre en la maternidad (miedo por no saber qué va a pasar), el antídoto para esa incertidumbre es la fe (certeza de lo que se espera).
¿Esto quiere decir que sabemos lo que va a suceder en el futuro? Claro que no. Pero sabemos quién es soberano sobre todas las cosas y ponemos nuestra confianza en Él. Dios tiene en sus manos todo aquello que se escapa de las tuyas.
Podemos ejercitar nuestra fe día a día confiando que Dios va al frente y tiene todo bajo control.
Mencionamos que hay 2 áreas en las cuales nos tenemos que enfocar en momentos de incertidumbre en la maternidad. La primera es lo que Dios puede hacer y la segunda es lo que yo puedo hacer. Hablemos sobre lo que nosotros podemos hacer.
Enfócate en lo bueno
Enfócate en lo bueno. Cree que algo bueno está viniendo. Cuando creemos que algo bueno está viniendo, creas la capacidad en ti de ver más allá del sufrimiento del momento y empiezas a ver cómo las cosas podrían ser.
Enfocarte en las cosas positivas en vez de las negativas toma disciplina mental. Ejercita tu mente para no dejar entrar pensamientos malos. Cuando nuestra mente piensa en lo que podría llegar a pasar y nos imaginamos el peor escenario posible, debemos poner un freno a ese pensamiento y recordar que no sabemos que va a pasar pero sí sabemos en quien ponemos nuestra confianza: Dios.
Enfócate en lo que puedes controlar
Luego de trabajar en nuestros pensamientos, es hora de tomar acción. Analiza la situación y pregúntate:¿Qué está en mis manos? ¿Qué puedo hacer?
Tal vez puedes estudiar más sobre un tema para tener tranquilidad sobre las decisiones que vas a tomar o tal vez puedes trabajar en ejercitar tu cuerpo para estar más saludable para la temporada que se viene. Dependiendo la situación, podrás encontrar cosas que tu puedes hacer para trabajar en lograr el resultado deseado. De lo sobrenatural se encargará Dios y de lo natural te encargarás tu.
No saber qué va a suceder ya no tiene que representar incertidumbre. Podemos disfrutar el proceso haciéndonos cargo de lo que nos toca a nosotros y confiando que Dios hará el resto.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.