Si alguna vez has experimentado el andar en el valle de sombra de muerte, seguramente puedes entender cómo el rey David se sentía cuando compuso el Salmo 23.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Salmos 23: 4 (RVR 1960)
Andar en el valle de sombra de muerte es una experiencia oscura que nos lleva a creer que estamos derrotados. Sin embargo, el andar en ese valle con Dios no es la derrota, sino un andar, algo que pasará, que no es eterno porque estamos con el Pastor.
Spurgeon comentaba al respecto: “La muerte en su sustancia ha sido eliminada, y solo queda su sombra…. Nadie le teme a una sombra, porque una sombra no puede detener el camino de un hombre ni por un momento. La sombra de un perro no puede morder; la sombra de una espada no puede matar; la sombra de la muerte no puede destruirnos”
En el valle da la muerte pero con la mirada en Dios
No podemos evitar que las circunstancias contrarias nos alcancen, ya que el pecado y las aflicciones siguen latentes en el mundo. Pero el estar en Cristo hace que el temor se vuelva fe, porque nuestra mirada está en Él.
Haz tuyas todas las afirmaciones del Salmo 23, como el rey David experimentó la paz, la seguridad en medio de la aflicción, tú vida también recibirá la fortaleza y la fe de que Dios está contigo.
Dios dará a tu vida dirección, aliento y seguridad para pasar este valle de sombra de muerte para darte victoria.
Oración del día
Padre, a pesar de andar en el valle de sombra de muerte puedo tener la confianza que tú estás conmigo, eso da descanso a mi corazón que está angustiado. Gracias por estar a mi lado y darme la fuerza que necesito. Ayúdame a terminar la carrera de la vida aferrado a tu mano de amor y misericordia. Gracias Padre, en el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
Cuando estás en el valle de la muerte, ¿hacia dónde diriges la mirada para levantarte, hacia Dios o a tu situación?