Grande en misericordia y perdón

Grande en misericordia y perdón

Dios perdona, pero para que una persona encuentre el verdadero perdón, debe admitir el pecado. Si una persona trata de hacer pasar el pecado como un simple error, una falla humana, un despiste momentáneo; o si simplemente niega el pecado por completo, esto viene a ser un obstáculo para el perdón.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y está lleno de amor inagotable. No nos reprenderá todo el tiempo ni seguirá enojado para siempre. No nos castiga por todos nuestros pecados; no nos trata con la severidad que merecemos. Pues su amor inagotable hacia los que le temen es tan inmenso como la altura de los cielos sobre la tierra. Llevó nuestros pecados tan lejos de nosotros como está el oriente del occidente.

Salmos 193:8-12 (NTV).

Sin embargo, el hecho de que Dios sea compasivo y Sus misericordias sean nuevas cada día, no quiere decir que Dios mire hacia otro lado o meta nuestros errores bajo la alfombra. Ni quiere decir que por eso debamos seguir pecando.

Es cierto que nos cuesta y que es una lucha diaria de nuestra carnalidad con nuestro espíritu, pero debemos seguir luchando. Pidiendo a Dios en oración que nos ayude, podremos ver resultados. Hagamos nuestro mejor esfuerzo por no pecar, y si lo hacemos, ir a Dios de inmediato arrepentidos.

pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 

1 Juan 1:9 (NTV).

Necesitamos confesar nuestros pecados

Dios perdona a las personas cuando confiesan su pecado y piden perdón; y el perdón sólo llega a través de la fe en Cristo, que implica una transformación espiritual. Cuando hemos recibido a Jesús en nuestro corazón, sabemos del sacrificio que Él hizo por nuestros pecados.

El objetivo del perdón de Dios no es solo beneficiarnos, sino restaurarnos. Dios nos irá ayudando poco a poco a ser esa obra maestra que quiere hacer de nosotros. Nos guiará hacia nuestro propósito y nos dará el lugar y las herramientas para cumplirlo, si nos ponemos en Sus manos.

Dios conoce nuestros corazones y sabe lo que hay en ellos

Y a la vez es importante que perdonemos a otros así como Dios nos perdona y nos ha pedido que perdonemos. No olvidemos que Dios sabe lo que tenemos en el corazón. No hagamos como que perdonamos y luego sigamos molestos, no hagamos como que estamos arrepentidos cuando de veras no lo estamos.

Sabemos que hay casos en los que la ofensa puede ser muy grande y no vamos a poner la otra mejilla, pero es en esos casos donde tenemos que hablar como adultos, como personas civilizadas para no permitir que vuelva a ocurrir. Lo importante de saber perdonar es no guardar resentimiento ni amargura, quitarnos ese peso.


El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana

CVCLAVOZ

. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

CVCLAVOZ

Facebook
Twitter
Email
LinkedIn
WhatsApp

Felicidad real y duradera

A veces creemos que la felicidad está en vivir el momento, pero el gozo real va más allá de eso, la felicidad real y verdadera está en hacer la voluntad de Dios.

Dones compartidos

Siendo que nuestros dones nos los dio, debemos usarlos para servirle, para servir a nuestro prójimo y vivir constantemente agradecidos por ese regalo.

Renuncia para ganar

Que el enojo no sea quien controle nuestro actuar, sino que sea el dominio propio que Dios nos dio, actuemos con especial cuidado para ganar.

Tiempo de lectura:

2 minutes

Autor

Comentarios

Likes

0

Deja un comentario