No merezco el perdón de Dios, no creo que tenga otra oportunidad, cometí muchos pecados, fallé muchas veces, hice mucho daño, ¿cómo puede Dios amarme?
La mentira tiene varias formas y satanás es hábil para engañar. Siempre ha usado la mentira para hacer dudar y alejar a las personas de Dios. A muchos les ha hecho creer que son un caso perdido, que tienen demasiados pecados, que no hay más salvación o que no son dignos del perdón de Dios.
Es verdad que no somos dignos ni merecedores del perdón de Dios, sin embargo, la Biblia dice que Él es rico en misericordia y por su gracia somos salvos.
Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)
Efesios 2:4-5 (NTV).
Y justamente, misericordia es, la compasión de Dios para retener un castigo merecido; y la gracia, es el gran amor de Dios en darnos un regalo no merecido: el perdón.
Gracias al sacrificio de Jesucristo, Dios nos declara inocentes (Romanos 8:33), pero satanás quiere evitar a toda costa que la persona alcance la salvación eterna, por esa razón, miente y ha inventado toda clase de doctrina falsa para que de esa manera el hombre viva confundido y acepte más fácilmente la mentira que la verdad de Dios.
Sin embargo, la verdad es que Cristo Jesús murió y resucitó por nosotros y ahora está sentado en el trono, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros (Romanos 8:34). Y en lugar de condenarnos, Jesús está orando por nosotros.
El deseo de Dios es perdonar y que nadie se pierda. Anhela que todos se acerquen a Él y se arrepientan de sus pecados. Y la única manera de acercarnos a Dios, es reconociendo a Jesús como nuestro Señor y Salvador.
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Romanos 5:1-2 (RVR 1960).
Aún cuando nos apartamos de Dios, Él sigue amándonos y continua de nuestro lado. Está dispuesto a perdonarnos y traer paz a nuestras vidas. Romanos 8:38-39, menciona que nada nos puede apartar del amor de Dios.
A pesar de nuestras debilidades y pecados, nos sigue amando. No mira nuestras fallas, sino la sangre que las cubre.
Si estás alejado de Dios pensando que no tienes perdón, desecha esa mentira y acércate al trono de la gracia. Habla con Dios y sé sincero con Él. El poder de la sangre de Cristo es más grande que el poder del pecado.
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Romanos 8:1 (RVR 1960).
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
¿Cómo evangelizar a alguien de tu familia? ¿Es un desafío o es más fácil de…
Si quieres que tu iglesia abrace el evangelismo, primero debes vivirlo personalmente. Conoce 5 ideas…
Leer la Biblia nos ayuda a fortalecer nuestra fe, a conocer a Dios y encontrar…
El evangelismo es una parte clave de la vida cristiana; pero a menudo se malinterpreta,…
La Biblia nos describe muchas maneras de evangelizar y las razones por las cuales debe…
El evangelismo es una de las misiones más fundamentales de la iglesia cristiana y de…