Obediencia, mejor que cualquier sacrificio

Obediencia, mejor que cualquier sacrificio

Los padres de Carlitos querían obediencia. Ordenaron al adolescente que por ese día no viera a sus amigos para cuidar y quedarse en casa. Entonces, él pensó tener una mejor idea trayendo a sus amistades a su hogar para ayudarle a ordenar y divertirse un poco. Pero, un mal amigo, notando que no había adultos, vio la oportunidad para robar joyas sin que nadie se diera cuenta.

Cuando los padres llegaron, la casa estaba limpia y Carlitos quiso mostrar que todo salió bien; pero rápidamente se dieron cuenta de los valiosos tesoros que faltaban en su hogar. Al final, el adolescente que pensó que no hizo nada malo, tuvo que confesar y asumir las consecuencias.

Él quiere obediencia

Cuando Israel viajaba por el desierto en camino a la tierra prometida, una población se levantó en contra de ellos «los amalecitas». Atacaron cobardemente por la retaguardia a los más débiles sin temor a Dios, sabiendo que eran su pueblo; pero es Señor dio la victoria a los israelitas.

Entonces, llegó el tiempo en que el pueblo enemigo debía ser juzgado por el Señor. Por tanto, ordenó al Saúl claramente «destruye todo, que no quede nada de los enemigos» Pero no lo hizo así. El rey pensó ser más inteligente que Dios, por lo que perdonó el ganado y lo mejor de los enemigos «para ofrecerlo como sacrificio».

Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

1 Samuel 15:22 (RVR 1960).

En este pasaje el Señor reclama que quiere «Obediencia, no sacrificios». Esta desobediencia le costó caro a Saúl, puesto que fue el momento en el que Dios determinó que su reino no sería duradero y eligió a otro en su lugar.

¿La soberbia y rebelión están en tu corazón?

Cuando cambiamos la orden de Dios por aquello que creemos que es mejor, solamente terminamos siendo ídolos de nosotros mismos. La soberbia gobierna nuestra vida porque pensamos que somos más inteligentes que nuestro Señor.

Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.

1 Samuel 15:23 (RVR 1960).

Saúl pensó que al realizar un sacrificio iba a librarse de algún castigo divino o que el Señor se alegraría por ello; pero sin obediencia, solamente mostró rebeldía y obstinación, aquellos pecados que están al nivel de la brujería, adivinación o idolatría, detestables ante los ojos de Dios.

¿Qué espera Dios de nosotros? 

Esta historia nos enseña una gran lección: «obediencia, no sacrificios». A veces creemos que hacemos grandes cosas para Dios, pero si no es como Él quiere, entonces el trabajo no sirve, es vano.

El Señor espera que le prestemos atención y obedezcamos. Te animo a dejar tu razonamiento a un lado y en verdad dedicarte a escuchar a Dios, leer la Biblia, orar, asistir a la iglesia para que puedas crecer espiritualmente.

No olvides que el único sacrificio que Dios espera de nosotros es nuestra obediencia. Te animo a obedecer, aunque sea difícil, abandona aquello que desagrada al Señor, por ejemplo, el yugo desigual, una mentira, aún no devolver algo que no es tuyo u otros. Recuerda que Él es sabio.


El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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  1. No me gusto para nada su comentario final de abandona lo que a Dios no le agrada, por ejemplo el yugo desigual, dejeme contarle que yo amo mi yugo desigual, gracias a que me case muy joven en yugo desigual, llegue a conocer al Señor intima y profundamente, fue lo que me llevo a buscar del Señor, ya que yo no podia hacer nada ni convencer ni a mis hijos ni a mi esposo, comprendi que debia rendirme yo al Jesus como mi Salvador y hoy llevo 32 años de casada y feliz, Dios cambio mi vida y tambien la vida de mi familia, ya no peleamos ni nada, ellos se estan acercando al Señor por obra de su Espiritu Santo, finalmente entendi que no era con mis fuerzas sino con SU ESPIRITU. HOY DOY GRACIAS TODOS LOS DIAS DE LO QUE DIOS HACE EN MI VIDA Y EN LOS QUE ME RODEAN, DIOS LE BENDIGA SIEMPRE.

  2. Ximena, nos alegra que seas testigo de la obra de Dios en tu vida y en tu familia. Con respecto al comentario, debemos recordar que “no unirse en yugo desigual” es un mandamiento, por tanto, desobedecer sería ir en contra de Dios. Pero, el Señor en su misericordia nos da una salida y nos recibe cuando queremos acercarnos a Él, en tu caso al parecer ya tenías una familia establecida, por tanto, no podías retroceder, la situación que te encontrabas te ayudó a buscar y conocer a Dios íntimamente ¡Gloria a Dios! Sin embargo, este mensaje es para aquellos que están a tiempo de elegir “obedecer” porque conocen las escrituras, aman al Señor pero luchan con esta decisión, el Señor desea que puedan elegir una pareja que les ayude a crecer espiritualmente.
    Muchos cristianos conociendo la Palabra se unen en yugo desigual pensando tener una idea mejor que de Dios, piensan predicarles y llevarles al evangelio; sin embargo, la mayoría se ha apartado, porque a sus parejas les agrada otras cosas menos agradar a Dios.
    La Biblia dice “Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos.” (Salmos 34:15) A pesar de nuestros errores el Señor siempre nos da una puerta de salida, Él es bueno y su misericordia es grande para nosotros.

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