Cuando Pablo nos habla de adquirir sabiduría, debemos tener claro que no se trata de sabiduría de conocimientos de este mundo. Nos habla de sabiduría de Dios. El Señor desea que adquiramos sabiduría, a Él le place que seamos sabios, que tengamos la prudencia que da la sabiduría.
Sin embargo, cuando estoy con creyentes maduros, sí hablo con palabras de sabiduría, pero no la clase de sabiduría que pertenece a este mundo o a los gobernantes de este mundo, quienes pronto son olvidados.No, la sabiduría de la que hablamos es el misterio de Dios, su plan que antes estaba escondido, aunque él lo hizo para nuestra gloria final aún antes que comenzara el mundo;
1 Corintios 2:6-7(NTV)
Y Dios nos la otorga, pero al igual que Salomón, si nos alejamos de Él, nos podemos desviar. Dios nos da la sabiduría, al igual que nos da dones, pero si no los desarrollamos, si no apreciamos y buscamos desenvolvernos en la vida con sabiduría, fallaremos.
Todos los días la debemos pedir a Dios. Cada día de tu vida, pídele que te guíe, te proteja, te acompañe. Necesitamos de Dios y honestamente sin Él, somos nada. Nuestra jornada debe comenzar agradeciendo a Dios y nuestra primera petición debe ser que nos revise a ver si hay algo que debemos cambiar y que nos dé sabiduría.
Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará; no los reprenderá por pedirla. Cuando se la pidan, asegúrense de que su fe sea solamente en Dios, y no duden, porque una persona que duda tiene la lealtad dividida y es tan inestable como una ola del mar que el viento arrastra y empuja de un lado a otro.
Santiago 1:5-6 (NTV)
Mantengamos el enfoque en la sabiduría de Dios
Seamos prudentes y enfocados, mantengamos el enfoque en la sabiduría de Dios y tengamos prudencia con cada palabra que salga de nuestra boca y con cada acción que tomemos. Busquemos de Dios en todo momento, mantengamos nuestra vista, nuestro enfoque en Su grandiosidad, generosidad e inigualable poder.
Busquemos la sabiduría de Dios para poder aconsejar a otros, para las decisiones que debamos tomar y para cada tarea que nos sea asignada. Por pequeña o insignificante que sea, entreguémosla a Dios y pidamos Su ayuda y guía para hacerla con excelencia, tal como si fuera para Él.
Mientras más tiempo pasamos con Dios, más podremos reflejar Su amor, Su tolerancia, Su perdón, Su bondad y generosidad. Por tanto, no dejes de pasar tiempo en oración y en la lectura de Su Palabra, la Biblia. Es la manera de conocerlo mejor y estar claros en lo que Dios quiere para nosotros.
Oración del día
Amado Padre Celestial, te amo y te necesito. Mi Dios maravilloso, te doy gracias por todo Tu amor, bondad y generosidad. Agradezco infinitamente Tu perdón y las bendiciones diarias que me das. Vengo hoy ante Ti, mi Señor, para pedirte sabiduría. La necesito Padre, para estar cada vez más cerca de Ti, y poder reflejar Tu manera. Ayúdame a mantenerme firme en la fe, y a acercarme a Ti cada día más. Gracias por Tu amor, Tu bondad y la sabiduría que me das cuando la pido. En el nombre de Jesús, amén y amén.
Aplicación
¿En qué áreas de tu vida sientes que necesitas de la sabiduría de Dios?