Cuando las cosas se ponen difíciles y nos sentimos agobiados, podemos llegar a creer que Dios se ha olvidado de nosotros, pero lo cierto es que Él nunca nos olvida y tiene planes de bien.
Confía y espera por su ayuda
Se cuenta de una madre que pasaba por una época difícil. Cuando su pastor la visitó la encontró muy deprimida; su hijito estaba inquieto y lloroso, su marido había ido a trabajar a pesar de que no se encontraba bien y su hija mayor se encontraba en el hospital.
- Todo me va mal, pastor. El Señor parece haberse olvidado de mí – se lamentaba la mujer.
- O sea, que el bebé es causa de molestia porque le están saliendo los dientes – contestó el pastor.
- Sí, es eso, pastor – dijo la madre.
Entonces el pastor exclamó, a modo de broma:
- ¿Por qué no te deshaces del niño? Yo le abriré la ventana que da a ese patio solitario para que pueda tirarlo.
- ¡Qué locura! – exclamó la madre- no lo haría por nada del mundo.
- ¿No lo haría? – Preguntó el pastor.
- Usted sabe que no lo haría – dijo la madre enjugándose los ojos.
- Entonces – continuó el pastor- ¿usted cree, hermana, que ama más a su hijo de lo que Dios le ama a usted? ¿No puede tener confianza en Él y esperar que le ayude a solucionar todos estos pequeños problemas?
- Sí puedo – contestó la madre mientras que en su rostro se dibujó una sonrisa.
Un amor incomprensible
Dios nos ama de una manera incomprensible, mucho más de lo que nosotros podemos amar a un ser querido, sea un padre, una madre, un hijo o un hermano.
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
Romanos 8:32 (RVR1960)
El amor de Dios incluso puede ser incomprensible para nuestra mente humana, pero es real y nunca cambia.
No importa cuáles son las circunstancias por las que estás pasando, Dios es poderoso y te ama, quiere bendecirte, pero debes confiar en Él.
Quizás es más fácil creer que Dios se ha olvidado de nosotros cuando tenemos todo en contra, pero lo cierto es que Él sigue amándonos y cuidando de nosotros.
No permitas que un mal momento te haga creer que Dios se ha olvidado de ti, recuerda que su fidelidad y amor nunca cambian, confía en Él.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.