Veamos algunas de las consecuencias negativas que la queja trae.
La queja trae miseria
Cuando uno empieza a enfocarse en lo que no tiene, en lo que no ha alcanzado o no le ha sucedido, es cuando empieza a quejarse. Al enfocarse de esa manera es cuando empieza a vivir una vida desdichada. Pierde el tiempo viendo lo desafortunada que es su vida, en vez de valorar todo lo que tiene y ha logrado.
La queja trae infelicidad. El vivir de esa manera nos impide disfrutar con gozo las maravillosas y grandiosas promesas que Dios nos da. En vez de ello decidimos amargarnos la vida y en consecuencia podemos afectar a los demás con nuestra actitud.
La queja impide la bendición de Dios
Un ejemplo muy claro lo podemos ver en el pueblo de Israel. Ellos fueron librados de la esclavitud de los egipcios. Pero durante la travesía en el desierto las personas continuamente se quejaron contra Dios. No estaban conformes con la libertad y provisión que el Señor les daba día a día.
La queja trajo como consecuencia que Dios diera la siguiente sentencia a las personas mayores de veinte años:
«Todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá.»
Números 14:22-23 (RVR 1960)
Dios nos da grandiosas promesas, pero muchas de ellas no las podemos alcanzar. Esto sucede porque en vez de ser agradecidos nos quejamos por lo que no tenemos, perdiendo de vista las bendiciones y promesas de Dios.
La queja trae consecuencias negativas, pero la gratitud trae bendición y felicidad. En vez de quejarte, empieza a ser agradecido por lo que tienes. Reflexiona sobre todo lo que Dios hace posible en tu vida. Esfuérzate para ver lo positivo de lo que sucede en alguna situación, en vez de enfocarte siempre en lo negativo.
Tomemos la actitud del salmista cuando dice:
«Entren por sus puertas con acción de gracias; vayan a sus atrios con alabanza. Denle gracias y alaben su nombre.»
Salmos 100:4 (NTV)
No te quejes más y disfruta lo poco o lo mucho que tienes en este momento, no olvides que estas disfrutando lo que un día fue tu oración constante.
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