Parece increíble, pero siempre he dicho que ir con honestidad por la vida, aferrándonos a la verdad, nos hace vivir más tranquilos. Porque, ¿sabes el estrés que existe en las personas que se hacen adictos a mentir? Es una adicción porque se acostumbraron y necesitan buscar dirección divina.
Lo cierto es que todos necesitamos de la dirección divina, estar conectados siempre con Dios para lograr enfocarnos en la vía correcta. Es como que emprendemos el viaje de la vida, pero si no buscamos información nos podemos perder. Y en este caso, es perdernos ¡eternamente!
Cuando la gente no acepta la dirección divina, se desenfrena. Pero el que obedece la ley es alegre.
Proverbios 29:18 NTV
Cuando nos dejamos llevar por la complacencia, porque sentimos que nos merecemos el aflojar el control, nos podemos desenfrenar, tal como lo dice esa porción de escritura., y cuando nos desenfrenamos podemos chocar.
Nuestro Dios nos da segundas oportunidades
Lo cierto es que en nuestra vida podemos enfrentarnos a ese choque que nos puede dejar abatidos. Sin embargo, no olvidemos que las misericordias de Dios son nuevas cada día y nuestro Dios es Dios de segundas oportunidades. Cuando te dé una, aprovéchala, reconócela y no la desperdicies.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo
Efesios 2:4-5 (RVR 1960)
No olvidemos nunca el gran amor de Dios y busquemos estar siempre conectados con Él para obtener así Su dirección divina. Que no vayamos por la vida sin orientación como gente movida por la vida como por las olas del mar. Busquemos nuestro propósito y pidamos a Dios que nos dirija siempre.
Necesitamos tomar las riendas de nuestro temperamento y carnalidad, para no dejarnos guiar por ellas. Pero debemos soltarlas ante Dios para que nos de dirección divina y nos guíe a nuestro propósito y así ser las obras maestras para las que Él nos creó.
Oración del día
Mi Dios y mi Señor, vengo ante Ti con agradecimiento en el corazón por todas tus bendiciones. Gracias por estar siempre para mí. Hoy, vengo a pedirte que siempre me dirijas, por favor. Suelto las riendas de querer controlarlo todo y te pido que se haga Tu voluntad en mi vida y seas Tú siempre guiando mi vida. Que me dirijas hacia los objetivos que Tú tienes para mí y pueda yo servirte siempre. Te lo pido en el nombre de Jesús, y digo amén.
Aplicación
¿En qué situación sientes que tomaste las riendas sin pedir dirección divina a nuestro Dios?