Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.
Salmos 91:3-4 (RVR 1960).
El cazador obra con astucia, trabaja en secreto para que su presa no se dé cuenta, conoce el tipo de carnada, de trampa, de estrategia a utilizar; a menudo seduce con placer y beneficios. Así actúa el diablo y sus agentes contra los hijos de Dios.
El enemigo conoce nuestras debilidades, sabe de qué forma podrá hacernos caer y desanimarnos; por esta razón, el Señor quiere prevenir y librarnos de este sufrimiento.
Él te librará y te dará protección
El salmista describe las formas específicas en que Dios protege y cuida a su pueblo. Primero, como una madre, abrigando a sus polluelos debajo de sus alas, el lugar donde estarán seguros y protegidos. Segundo, menciona «la verdad» como un escudo y «adarga», este último refiere a un escudo más grande, a menudo rectangular.
En otras palabras, el Señor manifiesta su cuidado, combinando la protección de una madre, con la fortaleza de una armadura.
Es natural sentir miedo cuando enfrentamos dificultades o ataques del cazador, pero el Señor te da una salida. El salmista declara «Él te librará», no existe mejor lugar que las alas de nuestro Dios.
Correré a tus brazos
Si te sientes presa de alguna adversidad, quizá piensas que ya has caído en la trampa más vil y piensas que nunca te podrás levantar, recuerda que Dios te ama y Él te librará si se lo permites.
Te animo a buscar en los brazos del Señor tu seguridad, descansar del miedo y la frustración, deja de ser presa del enemigo y busca la paz que solo viene de Él. No olvides que te ama, quiere cuidarte y protegerte, permite que realice su obra maravillosa en tu vida.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.