¿Eres misericordioso? ¡Descúbrelo!

¿Eres misericordioso? ¡Descúbrelo!

La misericordia es una manifestación del amor de Dios, porque cuando debíamos recibir el castigo que merecíamos, Dios por misericordia nos extendió su amor y nos dio la oportunidad de recibir su perdón por medio de Jesucristo.

Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.

Efesios 2:4-6 (RVR 1960)

¿Eres misericordioso?

Para saber si eres misericordioso o no, leamos la parábola del buen samaritano. La historia del sacerdote, el levita y el samaritano, te hará comprender el tipo de persona que eres.

Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

Lucas 10: 30-37 (RVR1960)

El sacerdote y el levita eran funcionarios religiosos y por la naturaleza de sus cargos estaban obligados a realizar obras de misericordia. Pero no lo hicieron, al contario, vieron a su hermano judío herido y ninguno de ellos hizo nada. Ambos pasaron de largo.

En comparación a los funcionarios religiosos, la actitud del samaritano fue diferente con la persona que necesitaba ayuda. Aunque los judíos y los samaritanos se despreciaban entre sí. La cultura le daba al samaritano muchas razones para odiar al judío herido y pasarlo sin ayudarle. Sin embargo, el samaritano tuvo compasión, le mostró misericordia y le ayudó.

Ser misericordioso es tener compasión y es ayudar por amor sin esperar nada a cambio.

¿Eres misericordioso con las personas? ¿Ayudas a tu prójimo sin esperar nada a cambio o eres de las personas que pasa de largo al ver un necesitado?

Dios es rico en misericordia y si Él está en nuestro corazón, también debemos ser ricos en misericordia.


El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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