Aunque desde hace mucho hay la idea de que las ovejas son tontas, las personas que han trabajado con ellas dicen lo contrario. Por eso, no debemos creer si nos dicen que Jesús nos llamaba ovejas es por lo tontos que somos.
Él es el buen Pastor
El calificativo vino únicamente porque Él es llamado el buen Pastor. Y el pastor aprecia, valora y ama sus ovejas, tanto, que si una se escapa, es capaz de dejar a las otras para buscar a esa perdida.
Si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, ¿qué hará? ¿No dejará las otras noventa y nueve en el desierto y saldrá a buscar la perdida hasta que la encuentre?
Lucas 15:4 (RVR 1960)
Las ovejas encuentran paz y confianza en su pastor. Se sienten seguras porque las defiende y las guía a buenos pastos. Y nuestro pastor, nuestro Buen Pastor es Jesús, quien llevó ese amor mucho más allá y dio Su valiosa y preciosa vida por su rebaño.
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida en sacrificio por las ovejas.
Juan 10:11 (RVR1960)
Jesús nos ha salido a buscar como ovejas descarriadas, pero no se impone, nos deja escoger invitarlo a nuestra vida. Como ovejas, necesitamos quien nos proteja, nos dirija y nos provea. Y nuestra mejor defensa siempre será quedarnos cerca del Pastor.
Necesitamos una relación enfocada y permanente con Jesús
Por ello, necesitamos una relación estrecha, constante, permanente con Jesús. Creer en Él en todo momento, en Su gran amor por nosotros, en Su inigualable poder y sabiduría. En que nos permite llamarlo siempre que lo necesitamos y responderá.
Pero no lo tengamos como llamado de emergencias, conversemos a diario con Él y varias veces al día. Consultemos las decisiones que vayamos a tomar y démosle prioridad en nuestra ocupada agenda. Solo así veremos Su gran obra en nuestra vida.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.