Los límites fueron puestos con el fin de preservar nuestra integridad, tal es el caso de los cercos que nos protegen de caer por un precipicio. Por eso, ni se te ocurra traspasar la valla que Dios nos dejado porque podrías perecer.
El cerco está para protegerte
El doctor J. Hamilton compara la reconciliación con Dios como entrar por la puerta de una avenida hermosa que conduce a una mansión espléndida; pero la avenida es larga, y en algunas partes pasa cerca de peñascos y precipicios. Por lo tanto, para evitar que el viajero caiga hay un cerco a lo largo de la avenida, que son los mandamientos de nuestro Dios.
Esas vallas están allí para que nos preserven de caer en el abismo del pecado. Así como el cerco de rosales exhala un perfume agradable que regala al viajero que anda cuidadosamente en medio del camino, y sólo hiere, a los que procuran traspasarlo, así son los mandamientos de Dios, acerca de los cuales se dice: “En guardarlos hay grande galardón”.
Ni se te ocurra traspasar la valla, podrías perecer
Los mandamientos de Dios están ahí para cuidarnos, para preservar nuestra integridad y la vida eterna. Él ha preparado un lugar especial para nosotros, pero debemos cuidar cada paso que damos.
Obedecer los mandatos de Dios, no solamente nos aleja de que suframos golpes o caídas, sino que también tiene promesas de bien para nuestras vidas y familias.
Pero el amor del Señor permanece para siempre con los que le temen. ¡Su salvación se extiende a los hijos de los hijos de los que son fieles a su pacto, de los que obedecen sus mandamientos! Salmos 103:17,18 (NTV)
Puede resultar tentador querer ver qué hay al otro lado de la cerca, pero ten presentes los mandamientos de Dios siempre, estos no solamente te preservarán de sufrir daños, sino que el Señor te bendecirá y prosperará todo lo que emprendas; por eso, ni se te ocurra traspasar la valla.
Oración del día
Padre amado, gracias porque sé que tus mandamientos no son para que yo sufra, sino para cuidarme del mal. Perdóname si no he sabido respetar los límites y he cruzado los cercos que eran para mi protección. Dame sabiduría para vivir de acuerdo a tu perfecta voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿Qué sucedió la vez que decidiste traspasar la valla que Dios te puso?