No esperes que la muerte te cambie la vida

No esperes que la muerte te cambie la vida

Cuentan que en una ocasión un abuelito organizó una celebración especial, invitó a sus hijos y nietos para que estén con él, pero llegado el día nadie pudo asistir. Las excusas, como siempre, fueron el trabajo y sus ocupaciones, por lo que el decepcionado anciano planificó su funeral.  

Su familia recibió la noticia de su muerte y, sintiéndose asustados y culpables, dejaron todas sus actividades y fueron al velorio. Grande fue su sorpresa cuando vieron al anciano con vida y esperándolos para compartir una fiesta con ellos.

Este viejito tuvo la necesidad de fingir su velorio para ver a su familia ¡qué tristeza! Podemos juzgar a esta familia, pero la realidad es que muchas veces actuamos igual, estamos tan ocupados en nuestra vida, que nos olvidamos de las personas que nos aman y necesitan.

La muerte nos golpea el alma

La gente tiene cosas hermosas que hablar de ti, solo están esperando a tu muerte.

Tommy Carrasquillo

Esta frase llegó a lo profundo de mi corazón. Muchas veces necesitamos palabras de aliento, ánimo, tener la dicha escuchar cosas positivas sobre nosotros, pero en la mayoría de los casos recibimos críticas o estamos solos; lo curioso es que cuando estemos en la tumba lo más probable es que la gente diga todo aquello bueno que necesitamos escuchar.

Cuando escuchamos sobre la muerte de alguien es inevitable sentir dolor y recordar las cualidades positivas de quien no veremos más. Por esta razón, algunos llevan presentes, recitan poemas, contratan mariachis, piden perdón y hacen muchas cosas más en el entierro; la pregunta es, ¿por qué no lo hicieron en vida?

No esperes que sea demasiado tarde

¡Y ni siquiera saben lo que mañana será de su vida! Ustedes son como una neblina que aparece por un momento y en seguida desaparece.”

Santiago 4:14 (DHH)

En esta oportunidad deseo que reflexiones en dos aspectos. Primero, recuerda que la vida es corta, la muerte puede llegar en cualquier momento, por tanto, no te olvides de tu familia y amigos, trátalos bien, llámalos, visítalos, perdónalos, cantales, llévales obsequios, abrázalos, que escuchen las cosas positivas que piensas de ellos, no sabes hasta cuando tendrás la dicha de tenerlos.

Por último, recuerda que tu vida es valiosa así que aprovéchala al máximo, te animo a vivir con entusiasmo y paz, perdona y pide perdón, agradece a quién te ha acompañado y bendecido.


El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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Felicidad real y duradera

A veces creemos que la felicidad está en vivir el momento, pero el gozo real va más allá de eso, la felicidad real y verdadera está en hacer la voluntad de Dios.

Dones compartidos

Siendo que nuestros dones nos los dio, debemos usarlos para servirle, para servir a nuestro prójimo y vivir constantemente agradecidos por ese regalo.

Renuncia para ganar

Que el enojo no sea quien controle nuestro actuar, sino que sea el dominio propio que Dios nos dio, actuemos con especial cuidado para ganar.

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