Hay muchas injusticias que se ven día a día y no podemos negar que nos duelen, y en reiteradas ocasiones nos preguntamos ¿qué puedo hacer? porque la impotencia nos invade. En algunas circunstancias podemos dar algo para ayudar y otras solo nos toca orar.
Orar representa a una persona intercediendo ante Dios por una causa, quizás alguien crea que es una actitud pasiva, sin embargo es algo muy poderoso. Todo lo que acontezca es asunto de oración, aún algo insignificante, es motivo para interceder.
Nunca dejen de orar. Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.
1 Tesalonicenses 5:17-18 (RVR 1960)
Orar te da valor
Orar es algo especial y deposita en ti el valor que necesitas para enfrentar tus temores y circunstancias, porque antepones tu confianza en Dios antes que en la tuya. Va haciendo en ti cosas maravillosas en tus pensamientos y en tu actuar.
Pues en medio de la oración, el Espíritu Santo toma el control y aunque muchas veces el temor se queda, Dios nos permite vencer la cobardía y nuestros propios pensamientos limitantes.
Dios obra de manera sorprendente, si hay un corazón dispuesto a poner sus cargas y preocupaciones en sus manos. Orar te da el respaldo, la gracia para que sigas o te detengas. La oración es tan única y especial, que ningún cristiano debe perderse ni subestimarla.
La oración de fe mueve montañas, te mueve a hacer aquello que no te atreves y, al final, Dios te sorprende con su respuesta y respaldo.
Algunas veces Dios te llevará a hacer algo más que orar, en otras no, te dará paz para seguir intercediendo. De una u otra forma, la oración obrará.
En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
Salmo 18:6 (RVR 1960)
Oración del día
Padre bueno, te doy gracias porque siempre hay motivos para orar, te ruego que me enseñes a depender de ti por medio de la oración, que todo lo que suceda en mi vida y alrededor mío, sea motivo para orar. Cuando vea una injusticia, alguna desgracia en mi país o con mis seres queridos, inquiétame para que yo ore y clame a ti. Gracias por recordarme que debo orar en todo tiempo, en el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿Cuál es tu reacción cuando un problema surge en tu vida o en tu alrededor?
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.