Todos decimos creer y confiar en Dios, sin embargo, cuando las circunstancias adversas tocan nuestra vida, ¿qué tan firme es tu confianza en Él?
No puede hacerme nada
Se cuenta que, en el Siglo II, llevaron a un cristiano ante un rey que quería que el hombre abandonara a Cristo y al cristianismo.
- Si no abandonas tu fe, te voy a desterrar- le dijo en soberano.
- Su majestad no puede desterrarme de Cristo, que ha dicho: “Nunca te dejaré ni te abandonaré.” – contestó el hombre, sonriendo.
Entonces el rey, enojado, le dijo:
- Lo que haré es confiscar tus bienes y quitarte todo.
- Mis tesoros están en el cielo; usted no podrá tocarlos- respondió el hombre.
El rey se enojó aún más y dijo:
- Lo único que queda es matarte.
- Pero – dijo el hombre- hace cuarenta años que estoy muerto. Morí con Cristo, y mi vida está escondida con Él en Dios, por lo que usted no podrá tocarla.
Ante las adversidades, ¿qué tan firme es tu confianza en Dios?
Es fácil decir que creemos en Dios cuando todo va bien y cuando las bendiciones llegan a nuestras vidas, pero cuando enfrentamos tiempos de dificultad es cuando nuestra fe es realmente probada.
Sin importar lo que estemos atravesando, podemos estar seguros de que nada nos separará del amor de Dios.
¿Acaso hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte? (Como dicen las Escrituras: «Por tu causa nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero». Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó. Romanos 8:35-37 (NTV)
Quizás este no haya sido un año fácil y sientes temor al que vendrá, pero recuerda que el Señor ha prometido no abandonarnos y es Él quien renueva nuestras fuerzas cada día. Por eso, no tienes nada que temer, confía plenamente en Dios, que Él es Soberano y te ama con amor eterno.
Oración del día
Padre amado, gracias, muchas gracias porque a pesar de las dificultades tu no me abandonas y tienes control de mi vida. Gracias porque sin importar lo que esté atravesando sé que tú estás en control y nada ni nadie puede apartarme de tu amor y cuidados.
Te pido que me ayudes a fortalecer mi fe, que no permitas que nunca me aparte de tu lado y que me pueda aferrar siempre a las hermosas promesas que tienes para mi vida. En el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
Seguramente en más de una oportunidad has tenido que hacer frente a las adversidades. ¿En cuál te ha costado más mantenerte firme y seguro de las promesas de Dios?