Todo me está permitido, pero no todo es para mi bien. Todo me está permitido, pero no dejaré que nada me domine.
1 Corintios 6:12 (NVI)
Cuántos de nosotros, al iniciar el recorrido en nuestra vida cristiana, nos hemos hecho una infinidad de preguntas, tales como: ¿En qué parte de la Biblia dice que escuchar “música secular” es malo? ¿Está bien que haga esto o es prohibido? Y muchas más interrogantes que quizá la Biblia no menciona, y por ello, tratamos de interpretarla a nuestra manera. Pero el versículo inicial que tomamos dice: “Todo me está permitido”, ¿A qué se refiere exactamente?
Si retrocedemos en el tiempo, cuando Adán y Eva fueron instruidos para gozar de las bendiciones de su Creador y cumplir con sus estatutos, podemos ver que Dios les dio la libertad de decidir lo que más les convenía, pero lastimosamente el hombre eligió por satisfacer los deseos de su carne, y con respecto a ello, 1 Juan 2:15-17 (RVR1960) menciona: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.
Entonces, si todo nos está permitido, ¿Cómo sé lo que no debo hacer?
Si bien no existe una regla que diga cómo tenemos que hacer o no las cosas, es importante que tomes en cuenta el buscar a Dios antes de tomar una decisión; analiza si lo que vas a hacer va darle la gloria a Él. Por ejemplo: Si hay lugares que te llevan a pecar, no vayas.
Recuerda que las apariencias engañan, pueden parecer situaciones o lugares muy inocentes, pero a la vez llevarte hacia lo prohibido. ¡Ten cuidado! Porque no todo es para tu bien. Debes aprender a tomar buenas decisiones, para lo cual es necesario que medites en la Palabra de Dios, ése debe ser el parámetro a utilizar para caminar en la luz y bajo la cobertura de tu Padre celestial.
¿Deseas avanzar en tu madurez espiritual? Si es así, necesitas hacer cosas que edifiquen tu fe y dejar de hacer aquellas que no.
El enemigo podrá decirte: “No todo es malo”, pero recuerda que el pecado es apetecible como lo fue el fruto prohibido para Adán y Eva.
Así que ten en cuenta lo siguiente: Si hay algo que no te edifica, ¡No lo hagas!
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.