¿Te diste cuenta de cuán bendecido eres?

¿Te diste cuenta de cuán bendecido eres?

Mucha gente es especialista en llevar la cuenta de sus problemas, de los malos ratos, de las cosas que le hacen falta, pero no se percatan de las bendiciones que tienen; y tú, ¿Te diste cuenta de cuán bendecido eres?

Se cuenta de una anciana que tuvo muchos contratiempos. A pesar de todo, poseía una dulce y alegre expresión y un corazón gozoso.

Cuando le preguntaron cuál era su secreto, contestó que durante muchos años había estado llenando un cuaderno de bendiciones. Cada noche escribía en él algo agradable que había sucedido durante aquel día. A veces era un paseo al que había sido invitada; otros días, la visita de alguna amistad; otras veces, un ramo de flores, o un regalito, o bien que alguna de sus macetas había producido una nueva flor.

Dando la  importancia debida a las bendiciones

Seguramente conoces gente que se queja de todo, o quizás hasta tu mismo has caído en el mal hábito de mirar sólo los problemas y olvidar las bendiciones que recibes diariamente; porque sin importar las circunstancias adversas  que estás atravesando, cada día hay bendiciones que muchas veces las pasamos por alto.

Existen muchas cosas que no consideramos una bendición, las damos por sentado y no consideramos que sean importantes; por ejemplo, a veces por la costumbre de estar sanos todos los días, creemos que la salud es algo que todos disfrutan y no pensamos que sea una bendición. Tener un techo, alimentos, familia, amigos, un trabajo, la posibilidad de estudiar, son otras cosas que no consideramos una bendición cuando en realidad deberíamos sentirnos afortunados de tenerlas.

Las bendiciones son mucho más que las posesiones materiales, la vida va mucho más allá de poseer cosas y Dios nos demuestra su amor, cada día, con detalles que a veces pasan desapercibidos por estar enfocados sólo en las cosas malas.  

No necesitamos esperar mucho ni ir lejos para ver lo bendecidos que somos, basta con prestar atención para poder dar gracias a Dios por todas las bendiciones  que recibimos a diario.

En el Salmo 103: 2 el salmista nos da un sabio consejo de gratitud: “Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí” (NTV).

Nunca olvides todas las cosas buenas que Dios ha hecho por ti y, si te sirve, puedes seguir el ejemplo de la anciana de la historia e ir anotando cada día las bendiciones recibidas.


El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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