Muchas veces queremos que nuestra familia, seres queridos y la sociedad, cambien. Queremos que sean diferentes o que actúen de determinada manera. Y cuando estos cambios no ocurren, uno se siente frustrado, triste y desanimado.
El cambio empieza por ti
El deseo de Dios es que podamos ser conformes a la imagen de su Hijo y este es un proceso que Dios hace con nuestra cooperación. “Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor entre muchos hermanos.” Romanos 8:29 (NTV).
¿Le has entregado tu corazón completamente al Señor? ¿Haces todo lo posible para que la presencia de Cristo sea real y continua en tu vida? ¿Tienes una vida de comunión continua con Dios?
No esperes un cambio en tu vida, familia y sociedad si el cambio no empieza por ti. Tú eres la primera persona que debe cambiar, para ser un ejemplo de vida y ayudar a todos los que te rodean.
¿Cómo cambiar o por dónde empezar?
La Biblia dice: “El Espíritu del Señor vendrá sobre ti con poder, … y serás trasformado en una persona diferente” 1 Samuel 10:06 (NTV).
Puedes cambiar tu vida acercándote a Dios y viviendo en obediencia a su Palabra. Esto significa que debes creer que Él existe y que es poderoso para cambiar tu vida. También quiere decir que debes estar en constante comunión con Él, vivir para Él, y confiar en que Él hará su obra en tu vida en su tiempo perfecto.
Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí. Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.
Juan 15:4-5 (NTV).
El cambio en tu familia y la sociedad, empieza por ti. Recuerda que Dios te adoptó en su familia con el propósito de hacerte como Cristo Jesús, en la perfección de su humanidad.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.