Escuchar es fundamental para un buen diálogo entre dos personas y muchas veces nuestras relaciones se dañan por no aprender a escuchar.
De la misma manera sucede con nuestra relación personal con Dios cuando en nuestra comunión diaria solo hablamos nosotros y no damos tiempo para que el Señor nos hable a través de su palabra.
Hijo mío, presta atención a lo que te digo. Escucha atentamente mis palabras. No las pierdas de vista. Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón, pues traen vida a quienes las encuentran y dan salud a todo el cuerpo.
Proverbios 4:20-21 (NTV).
En este pasaje, el rey Salomón, nos llama a “prestar atención y escuchar atentamente” a lo que Dios nos quiere decir a través de su palabra. Esto nos enseña que para una buena relación no solo debemos hablar nosotros, sino también prestar atención y escuchar a Dios.
Escuchar las instrucciones de nuestro Padre celestial, hará que no nos desviemos del camino y tomemos decisiones correctas.
Beneficios de prestar atención y escuchar
Jesús describió los beneficios y las bendiciones que tienen sus ovejas, aquellos que prestan atención y escuchan su voz. Ellas tienen vida eterna, son propiedad de Dios y nadie jamás les apartará del redil.
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Juan 10:27-28 (RVR 1960).
La vida física puede ser destruida, pero los que pertenecen al rebaño del verdadero Pastor y escuchan su voz, no pueden perder la vida, pues Él la mantiene segura.
A partir de hoy, aprende a escuchar y meditar para que el Espíritu Santo ilumine tu espíritu con su verdad.
No pases por alto las instrucciones que Dios tiene para ti, escúchalas para que seas sabio y entendido, para que vivas una vida agradable y bendecida.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.