Estudiaremos a mujeres de la Biblia que vencieron sus circunstancias. Muchas mujeres han aprendido a confiar en Dios en medio de circunstancias extremas. Y por eso escogimos tres cuyas historias son narradas en la palabra de Dios para inspirar nuestra fe y darnos esperanza.
Mujeres de la Biblia que vencieron sus circunstancias
1. Débora
Débora jugó un papel muy importante en la vida de su pueblo: fue esposa, madre de Israel y profetisa. Una mujer que los guió a la libertad.
«Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, DĂ©bora, profetisa, mujer de Lapidot;  y acostumbraba sentarse bajo la palmera de DĂ©bora, entre RamĂĄ y Bet-el, en el monte de EfraĂn; y los hijos de Israel subĂan a ella a juicio.»
Jueces 4:4 (RVR 1960)
Su liderazgo lo ejerciĂł bajo circunstancias extremas en Israel. El pueblo no tenĂa rey y se encontraba alejado de Dios espiritualmente cuidando sus propios intereses (Jueces 17:6). AdemĂĄs, estaban en pie de guerra contra JabĂn; DĂ©bora redarguyĂł a Barac y le recordĂł las palabras de Dios. Lo redarguyĂł con delicadeza y le motivĂł a creer y organizar una estrategia militar efectiva.
DĂ©bora tenĂa autoridad e influencia por su condiciĂłn de profetisa en el pueblo, se le consideraba lĂder y cabeza del pueblo. A ella iban con problemas y dificultades buscando consejo. A pesar de su gran autoridad la Biblia, la acredita por inspirar y levantar a Barac y a todo el pueblo.
HablĂł con sabidurĂa y no se excediĂł. Le creyĂł a Dios y motivĂł a los demĂĄs a confiar en Ăl.
«Entonces DĂ©bora le dijo a Barac: “ÂĄPrepĂĄrate! Hoy es el dĂa en que el Señor te darĂĄ la victoria sobre SĂsara, porque el Señor marcha delante de ti”»”. AsĂ que Barac descendiĂł las laderas del monte Tabor al frente de sus diez mil guerreros para entrar en batalla.»
Jueces 4:14 (NTV)
Animó a Barac, y junto al ejército ganaron la guerra.
DĂ©bora superĂł un tiempo de guerra en Israel, de desĂĄnimo, de temor y de indiferencia espiritual; y lo logrĂł al inspirarles a creer en la fidelidad de Dios. Nos enseña su sabidurĂa y fe.
2. Ana
Ana es otra de las mujeres de la Biblia que vencieron sus circunstancias. Ella fue una de las dos esposas de Elcana y madre del profeta Samuel; que ademĂĄs superĂł la infertilidad y la burla.
«Y tenĂa Ă©l dos mujeres; el nombre de una era Ana, y el de la otra, Penina. Y Penina tenĂa hijos, mĂĄs Ana no los tenĂa.»
1 Samuel 1:2 (RVR 1960)
Ana era una mujer estĂ©ril, pero amada por su esposo. A pesar que Elcana no necesitaba hijos de ella, el deseo del corazĂłn de Ana era tenerlos. Eso la llevĂł a buscar a Dios de una forma mĂĄs Ăntima. Y hacer lo que podemos considerar una negociaciĂłn con el AltĂsimo.
«E hizo voto, diciendo: JehovĂĄ de los ejĂ©rcitos, si te dignares mirar a la aflicciĂłn de tu sierva, y te acordares de mĂ, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varĂłn, yo lo dedicarĂ© a JehovĂĄ todos los dĂas de su vida, y no pasarĂĄ navaja sobre su cabeza.»
1 Samuel 1:11 (RVR 1960)
Dios respondiĂł su peticiĂłn y le dio un hijo a quien llamaron Samuel. Al recibir su promesa, Ana cumpliĂł sus votos.
Ana superĂł su circunstancia con oraciĂłn, fe y compromiso.
3. Mujer que sufrĂa de hemorragia
No conocemos su nombre; sin embargo, eso no impide que aprendamos de ella una gran lecciĂłn. Durante doce años sufriĂł hemorragias crĂłnicas, visitĂł a todos los mĂ©dicos de su Ă©poca y perdiĂł muchas finanzas en el proceso. Aun estando enferma y aislada âya que su enfermedad la obligaba segĂșn leyes judĂas a estar apartada (LevĂtico 15:25-33)â, escuchĂł de JesĂșs.
Encorvada y sangrando, desafiĂł las leyes culturales y religiosas para acercarse al Sanador y vencer su circunstancia. Era una mujer necesitada pero tenĂa la certeza de que si tan solo «tocara el borde de su manto» sanarĂa.
Su largos años de enfermedad no pudieron apagar su expectativa de fe al oĂr de Jesus. No permitiĂł que el tiempo, la religiosidad ni tampoco las desilusiones pasadas le robaran la fe. Se abriĂł camino en medio de la multitud, llegĂł al Maestro y fue sana.
De la mujer que sufrĂa de hemorragia aprendemos persistencia y fe: dos cosas que no nos pueden faltar jamĂĄs.
Actualmente, ÂżcuĂĄl es tu circunstancia extrema? Recuerda que hoy dĂa, el mismo Dios de DĂ©bora, Ana y la mujer que sufrĂa de hemorragia sigue libertando, sanando y obrando milagros.
Finalmente todos podemos vencer diversas circunstancias si tenemos la capacidad de invitar al EspĂritu Santo de Dios en nuestras vidas. JesĂșs estĂĄ dispuesto a brindarnos su ayuda diaria.
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