Estudios afirman que la mejor manera de ejercitar nuestro cerebro es aprender algo nuevo. Sin embargo, no es un proceso sencillo porque requiere dedicación.
Aprender y estudiar puede ser un desafío desalentador para algunos, pero hay principios bíblicos que nos ayudan a mantenernos firmes y no rendirnos. Estos principios nos recuerdan que el proceso es tan importante como el resultado en sí, y que si queremos alcanzar nuestras metas, es importante que seamos constantes.
Principios bíblicos para aprender y estudiar mejor
Nada se logra sin disciplina
Para aprender, hay que amar la disciplina; es tonto despreciar la corrección.
Proverbios 12:1 (NTV)
Cuando hablamos de disciplina nos referimos a dos tipos: al hábito responsable y a la corrección.
Este pasaje en particular puede entenderse en ambos significados. No podemos aprender si es que no tenemos el rigor de hacerlo; y tampoco podemos avanzar en nuestro entendimiento si no aceptamos las correcciones de otros.
Cuando estudiamos algo, por más simple que parezca, debemos estar dispuestos a tener disciplina. Nadie puede aprender a nuestra cuenta; así que tenemos que dar lo mejor porque todo conocimiento se quedará con nosotros.
Debes esforzarte al máximo
Todo lo que hagas, hazlo bien, pues cuando vayas a la tumba no habrá trabajo ni proyectos ni conocimiento ni sabiduría.
Eclesiastés 9:10 (NTV)
A veces creemos que el conocimiento llegará por sí y en un instante podremos aprender todo. Sin embargo, el conocimiento se obtiene mediante un proceso, no de forma automática.
Puede que en el camino nos encontremos con obstáculos, y por ello debemos esforzarnos más y continuar. Incluso la Biblia dice que todo lo que hacemos debe ser como para Dios (Colosenses 3:23).
Al aceptar que la educación es un proceso, tendremos una mejor perspectiva de lo que nos espera y no nos rendiremos con tanta facilidad.
La comparación no es tu amiga
Cada uno debe examinar su conducta; y si tiene algo de qué sentirse orgulloso, que no se compare con nadie.
Gálatas 6:4 (NBV)
Hay personas que pueden aprender con rapidez, mientras que a otras se demoran un poco más. Esto es normal, y no debe ser un motivo para rendirse.
Nuestro enfoque cuando estudiamos algo no debe ser la competividad, sino el deseo de adquirir conocimiento y superarnos.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.