Anoche vi la escena de una serie que me estoy repitiendo y que me provocó una reflexión sobre por qué este mundo es complicado. Consideren este brevísimo diálogo:
—¿Cuándo se complicó tanto el mundo?
—Cuando Dios puso gente en él.
Tomado de una escena de la serie “Altered Carbon”, Netflix, 2020
Por cierto, para la mente cristiana poco entrenada a pensar lateralmente, estas palabras bordean la herejía. “¡Por favor! Un Dios tan bueno jamás haría semejante cosa”, replicaría el molesto creyente. Creo que hasta ese punto, yo estaría de acuerdo con él.
Sin embargo, donde comienzan a separarse nuestras percepciones es en el tema del mal, causa que explica por qué este mundo es complicado. Es incluso difícil, aunque uno quiera, compararlo con cualquier otra época de la historia.
La causa del mal. Una modesta aproximación
Una vez escuché una historia, que no garantizo en absoluto como real, que me hizo pensar tempranamente en este asunto. Cuentan que un cristiano que salía de la iglesia fue interpelado por un señor que estaba apoyado en un poste de luz. Se presentó como una personificación de Satanás y le dijo: “Ustedes, cristianos, me echan a mí la culpa de todo. Sería bueno que se hicieran cargo de sus propias maldades, ¿no les parece?”
Es un relato bastante improbable, pero hay un fondo de verdad ahí que quisiera traer a su consideración. El diálogo al que hago referencia al comienzo de esta nota sugiere la misma idea. Los males de este mundo son provocados por los seres humanos. No pretendo aquí elaborar ninguna idea sobre las culpas del “adversario invisible”. Que los expertos discutan el asunto.
Somos nosotros, lisa y llanamente
Se culpa al gobierno, a la oposición, a los empresarios, a los delincuentes, al sistema injusto, usted nómbrelo. Lo que quedará siempre intacto, cuando el humo de las palabras se aclare, es que la maldad es una construcción humana.
Son seres inexplicables para mí. ¿Cómo puede una persona destruir, traicionar, matar, robar, engañar intencionalmente? Si me lo quiero explicar, no puedo sino llegar a la conclusión que esos seres obtienen placer en la ejecución de su maldad. Algo interno en lo cual se complacen.
El mal, que explica por qué este mundo es complicado, es una creación absolutamente humana. Se sabe de personas que nacieron en condiciones de extrema pobreza e injusticia y sin embargo fueron seres extraordinariamente nobles. Y otras que lo tuvieron todo, resultaron individuos malignos, de cuyos nombres ni quisiéramos acordarnos.
Yo creo que por eso este mundo es complicado. Hasta ahora…
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.