No nos gustan los cambios, pero son necesarios para crecer: son transiciones usadas por Dios para llevarnos a un nuevo nivel.
Cuando Él quiere hacer algo nuevo en nosotros, si no confiamos en su bondad y buena intención, puede que nos resistamos pensando que nos esta quitando algo que nos pertenece.
La verdad es que toda buena dádiva, todo don perfecto viene de nuestro Padre; así que si tenemos algo que nos gusta o amamos hacer, es porque Dios nos dio el talento para realizarlo. Cuando llega el momento de pasar de ese punto al siguiente no debemos estancarnos ahondando nuestros pies en el suelo y negándonos a avanzar. Además nos recuerda que los cambios son necesarios para crecer.
Por otro lado, pensar que nuestro éxito o posición lo logramos por nuestros méritos o contactos es un error.
La misma Palabra de Dios nos habla del peligro de confiar y/o depender de algo o alguien que no sea nuestro Dios.
¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!
Isaias 31:1 (RVR 1960)
Esa actitud impedirá que tengamos un corazón agradecido.
¿Cómo tener un corazón agradecido?
Dale el crédito a Dios
Al pensar que fuimos nosotros los que trabajamos por lo que sostenemos, no estaremos dispuestos a soltarlo, sin siquiera considerar que puede existir algo mejor. Nuestro enfoque estará en el gran esfuerzo que costó, la entrega, el cuidado y puede que no veamos que Dios es quien da tanto el querer como el hacer. En otras palabras no es por nosotros sino por Él.
Espera cosas mejores
Nos faltará el corazón agradecido porque una vez que hemos decidido que nuestro esfuerzo logró las cosas entonces no hay espacio para reconocer que Dios es nuestro motor de empuje y el que abre las puertas y presenta oportunidades.
De la misma forma que las presenta también como padre amoroso nos lleva a otras etapas nuevas y emocionantes. Para hacerlo le gustaría contar con nuestro apoyo pero si no hemos aprendido a reconocer su señorío sobre nuestras vidas nos resistiremos a la más evidente prueba de crecimiento la obediencia.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.