Cuando una pareja deja de esforzarse por invertir en su relación pueden caer en la rutina. Esto es malo porque demuestra que lo que tienen es costumbre y no amor. Con el tiempo, esta conducta puede causar grietas en su relación y al final termina desmoronándola por completo. (Para más información, leer: ¿Es amor o costumbre?). Pero antes de caer en esta situación, hay señales de alerta que te pueden ayudar a identificar si tu relación va por ese camino.
1. Las expresiones de amor se hacen por cumplir
¿Recuerdas la primera vez que se dijeron ≪te amo≫? Cuando el amor se vuelve costumbre, las frases románticas se vuelven parte del vocabulario de una pareja. Pero no en un buen sentido. Esto ocurre en otros aspectos de nuestras vidas. Por ejemplo, estamos acostumbrados a saludar: ≪holacómoestás≫; a veces, en realidad no nos importa saber el estado físico o emocional de alguien, pero de todas formas decimos: ≪¿Cómo estás?≫. Cuando utilizamos una frase por repetidas veces y no la decimos con una intención real, nuestro vocabulario puede parecer muy amoroso cuando en realidad sólo es un hábito.
Si estás usando las frases: ≪te amo≫, ≪te quiero≫ o cualquier otra expresión cariñosa para referirte a tu pareja y se ha convertido más en un saludo que en algo sincero, entonces es una clara señal de que su amor es costumbre.
2. Sus conversaciones tienen largos silencios
No hay nada de malo con estar en silencio. Es más, hay parejas que disfrutan estar en silencio y no se sienten incómodas con la presencia del otro. Sin embargo, una pareja que no tiene nada qué compartir ni temas de qué hablar, puede caer en la costumbre. Si de novios o amigos les faltaban las horas para conversar, pero ahora no es así, ¿qué cambió?
3. Dejaron de conocerse
Las personas cambian constantemente. No somos los mismos que fuimos en el pasado y tampoco lo seremos en el futuro. Una pareja que deja de conocerse tiene probabilidades de caer en la costumbre porque ya no se interesa en la otra persona. Cuando uno ama de verdad, pone atención a las cosas que hace la pareja (así como lo hacían cuando no estaban juntos).
4. Pelean y no hacen las paces
En una relación no todo es color de rosa. Pero cuando se pospone una confrontación, no se habla del tema o no se soluciona adecuadamente pueden llegar a acostumbrarse a pelear. Un estudio confirmó que las parejas que tienen constantes conflictos y saben resolverlos son más felices. (Para más información, leer: ¿Muchas peleas = pareja feliz?). En cambio, una pareja acostumbrada a discutir por cualquier asunto sigue junta por costumbre y no por amor. El amor promueve la paz; la costumbre ignora los problemas.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.