La masturbación, al igual que cualquier otra práctica que se vuelve repetitiva, comienza de una forma hasta casi inofensiva. Sin embargo, cuando pasa el tiempo y se vuelve una necesidad, es difícil vencer la adicción a la masturbación. Esto es porque lo único que la persona quiere es sentir ese placer una y otra vez.
¿Por qué la masturbación es adictiva?
La masturbación es adictiva porque libera dopamina y genera placer al cuerpo.1 Muchos se masturban como un reemplazo de las relaciones sexuales, como una forma de escapar del estrés, como forma de consuelo cuando no saben lidiar con sus emociones, etc. Sin embargo, esto hace que las personas se vuelvan vulnerables y caigan presas de ella.
Al igual que toda adicción, la masturbación tiene consecuencias devastadoras para quien la practica y para las personas que la rodean. Por lo tanto, es importante tomar medidas de acción para vencer este problema lo más pronto posible.
Consejos para vencer la adicción a la masturbación
Rachel E. Miquel Dufour, autora del libro ¡Que viva la va-jay-jay!, y experta en temas de sexualidad femenina, explica un método que sirve para ser libre de la masturbación.
1. Decide ser libre
Para vencer la adicción a la masturbación tienes que tomar la decisión de ser libre. Ese es el primer paso.
«Comienza primeramente por implementar un plan de acción para reequilibrar tu vida, tu día a día y traer un refrigerio a tu vida espiritual y a tus amistades.»
Rachel E. Miquel Dufour
Porque no solo está en juego tu vida persona, sino también tu relación con quienes te rodean y la manera cómo ves a las personas. Si quieres ser libre de esta adicción, debes tener la disposición de no rendirte hasta lograr tu meta.
Recuerda que no tienes por qué pasar este proceso en soledad. Puedes buscar la ayuda de un líder, persona de confianza, terapeuta o consejero que te acompañe. Además, tienes la ayuda de Dios; si le pides que te dé fortaleza, Él te ayudará a vencer cualquier obstáculo.
2. Plan off/on
Una adicción no se vence en un día. Pero sí es una decisión diaria. Y un plan que te ayudará a ser libre de la masturbación es el de encendido y apagado. Esto funciona así:
«Instala en tu mente un “plan off/on [apagado/encendido]”. Reduce la cantidad de veces en las que hay masturbación en el día (off). Al mismo tiempo, explora una nueva forma de canalizar esta energía y sus tensiones a través del baile, la música de alabanza (on).»
Rachel E. Miquel Dufour
Además de aplicar este plan, identifica cuáles son los detonantes que te llevan al autoplacer. Si es que es algo que practicas cuando estás sin nada qué hacer, tener un pasatiempo constructivo te ayudará a enfocarte en algo positivo.
Para encontrar ese pasatiempo, no tengas miedo de probar cosas nuevas. Por más que creas que no tienes la habilidad o el talento para algo, de todas formas inténtalo y verás que tu mente estará libre de cualquier deseo por buscar placer.
3. Celebra tus logros
«También es importante celebrar tus progresos cada vez que logras uno de tus objetivos, como por ejemplo conseguir masturbarse solo una vez por día, luego solamente dos veces por semana, luego únicamente una vez por semana, etc. Hasta estar totalmente liberado, por ejemplo. Con cada victoria, cada objetivo alcanzado, regálate una recompensa, como una salida, una comida, una película…
Rachel E. Miquel Dufour
Esto toma tiempo, es cierto, pero puedes ser completamente libre de la esclavitud a la masturbación en tu vida.»
4. Enfócate en los problemas adyacentes
La adicción a la masturbación es la muestra de un problema más profundo. Para descubrir los problemas espirituales, emocionales o físicos que pueden estar involucrados en la adicción, busca la ayuda de un especialista. Ten presente que buscar ayuda es una forma de mostrar amor propio.
Por último, recuerda que Dios brinda acude al auxilio de quienes le buscan. Si tienes la disposición de cambiar, acude a Él a través de una simple oración. Él verá tu honestidad y tu disposición para cambiar, y te dará la fuerza de voluntad que necesitas para vencer la adicción a la masturbación. Ten presente que para Dios no hay nada imposible.
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