El dolor emocional causado por un trauma es mucho más difícil de superar que el dolor físico; sin embargo, sí es posible. Fabián Ramírez vivió eventos traumáticos que afectaron su vida, pero él logró salir adelante contra todo pronóstico.
Fabián Ramírez llevó una vida normal durante su adolescencia; pero a los quince años, recibió una llamada en donde le informaron que la policía había detenido a su tío por porte ilegal de armas. La persona que llamó se identificó como compañera de lucha del movimiento guerrillero M-19; y pidió que buscaran propaganda de la guerrilla porque era probable que la policía haría un allanamiento y los arrestarían a todos.
Fui a su alcoba y entre sus cosas encontré un paquete, que parecían volantes que entregan en una tipografía, lo destapé y tenía una tarjeta que decía: «Al alcalde tal… en agradecimiento por sus servicios prestados». Escuché un clic y una fuerte explosión: me acababa de estallar un libro bomba. Sentí la cara como anestesiada y quedé ciego, me ardían mucho las piernas, el pecho y mi mano derecha.
Tras este evento, en la ambulancia, Fabián oró por primera vez y le dijo:
Yo sé que estoy muy mal; si me vas a dejar vivir, por favor déjame bien, no quiero ser una carga para mi familia, ni inspirar lástima, quisiera poder casarme y formar una familia, sino prefiero morir de una vez…
El médico le informó que tenían que amputarle la mano derecha; y además que quedaría ciego de un ojo, tendría el rostro desfigurado por las quemaduras y cojera en la pierna izquierda.
El cambio de vida después de sufrir un evento traumático
Los médicos no tenían esperanza para su futuro porque su cuerpo estaba tan dañado, «que estaba como para botar a la basura». Fabián escuchó a uno de los médicos decir:
—Lástima la vida de este muchacho hasta ahí le llegó… mejor que Dios se lo lleve; si vive difícilmente podría llevar una vida normal.
Debido al accidente, a Fabián le practicaron 17 cirugías: perdió la visión del ojo derecho, quedó con múltiples cicatrices en su rostro, pecho y las piernas, le amputaron un dedo de mi mano derecha y disminuyó un poco la audición por un oído.
Cómo superar el dolor emocional causado por un trauma
1. Adáptate a los cambios
Un evento traumático es un punto crucial porque cambia la vida; por eso es indispensable adaptarse a los cambios. Los planes y sueños pueden verse frustrados; sin embargo no es razón para conformarse y quedarse de brazos cruzados.
En el caso de Fabián, su sueño era ser piloto; pero debido al accidente tuvo que cambiar de planes. En lugar de eso, estudió para ser publicista. Él se adaptó a su nueva realidad y logró otra de sus metas más queridas: tener una familia.
2. Acepta la ayuda
Buscar ayuda es una de las acciones más lógicas después de un evento traumático; pero a veces no siempre es tan inmediato como se cree. Por ejemplo, Fabián, si bien recibió ayuda médica que le sirvió para curar sus heridas físicas, él no priorizó su sanidad emocional.
Le habían recomendado hablar con un psicólogo, pero él rechazó la idea porque pensaba que «eso era para los “locos”». En medio de su anhelo por encontrar respuestas, un amigo le invitó a una reunión de jóvenes en la iglesia; y fue allí donde encontró una contestación para sus preguntas.
Aceptar la ayuda es un paso crucial para sanar el dolor emocional causado por un trauma. Si has pasado por algo que te marcó la vida, de nada vale que otros tengan deseos de colaborar contigo si no pones de tu parte. Es vital que des ese paso y aceptes el apoyo de las personas que se preocupan por tu bienestar.
3. Toma la decisión de perdonar
El perdón no se trata de si es merecido o no. Perdonar es un acto que sana al individuo. Y, como sucede en muchos casos, el perdón puede deberse a varias personas, incluyendo a uno mismo. Eso fue lo que ocurrió con Fabián:
Me perdoné a mí mismo por destapar ese paquete bomba, a la guerrilla, a mi tío y a Dios, pues le echaba la culpa a Él por haber permitido todo.
Hay numerosos estudios que demuestran los efectos del perdón para la sanidad física y emocional; por ese motivo lo recomiendan terapeutas, psicólogos y consejeros.
4. Acude a Dios
Quizá los consejos anteriores sean difíciles de seguir; mas con la ayuda de Dios, todo es posible. Fabián es un claro testimonio:
Dios sanó todo, y puedo hablar de ello con total tranquilidad como una experiencia que viví y que puede ser de utilidad para ayudar a otros.
Los médicos pueden sanar las heridas del cuerpo, pero solo Dios puede curar las heridas del alma; y siempre está dispuesto a brindar su ayuda a quienes se lo pidan.
5. Usa tu nueva realidad
En el mundo hay miles de personas que sufren, y tú puedes ser una luz para ellos. Así como la historia de Fabián Ramírez nos inspira hoy, tú también puedes ayudar a otros que están pasando por una situación similar. Lo que tienes que hacer es aceptar tu nueva realidad y usarla para un fin positivo.
Dios es el único que puede sanarte totalmente y restaurar tu espíritu, alma y cuerpo; refúgiate y busca su consuelo, Él tiene un propósito con cada cosa que nos pasa en la vida, así a veces no lo parezca o no lo entendamos con nuestra mente finita (Romanos 12:2). Lo ha hecho conmigo y estoy sano, tanto física como interiormente; las cicatrices que quedaron en mi cuerpo solo son un recordatorio de aquello que pasó y que hoy puedo recordar sin dolor.
Fabián Ramírez
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.