¿De qué forma Dios provee?

¿De qué forma Dios provee?

Se habla bastante de la provisión de Dios, la pregunta es ¿en qué forma vemos esa provisión manifestarse en nuestras vidas? En términos simples: ¿de qué forma Dios provee?

Usemos como referencia la palabra de Dios:

Porque así como Dios le da semillas al agricultor y también le da el pan que lo alimenta, así él mismo les proporcionará abundantes cosechas, para que ustedes puedan ayudar a otros.

2 Corintios 9:10 (NBV)

Primero, Dios siempre provee en forma de semilla. Por ejemplo ,en el Antiguo Testamento se menciona la provisión de Dios por medio del maná. Los estudios han demostrado que era una semilla parecida al cilantro.

Era la provisión de Dios, pero no se comía como los bizcochos de la panadería. En vez de eso, cada persona tenia que recoger su maná molerlo, prepararlo y cocinarlo al gusto. Hay quienes harían tortillas para hacer tacos o burritos, otros harían empanadillas, los italianos harían pizza y los judíos, pan pita, pero cada cual recibía la misma semilla.

Dios nos da la provisión en forma de semilla y hay que trabajarla

Los que esperan un producto terminado se sorprenden al escuchar esto, por que habían creído que al venir a Cristo se acabaría el trabajo duro. Sin embargo, Dios sabe que tenemos el potencial para ser los que trabajan más duro.

La Biblia dice constantemente que Él multiplica las fuerzas del cansado. Y multiplica su esfuerzo.

Dios instituyó el día de descanso, en primer lugar, para que descansemos. En segundo, lugar para que fuera testimonio que trabajar duro seis días y descansar uno, esto da mejor resultado que trabajar siete. Pero siempre hay que trabajar.

¿De qué forma Dios provee? Él te da las oportunidades en forma de semillas

Tal vez te dio una oportunidad de negocio, de servicio o de trabajo básico; pero si eres el que más trabaja, vas a destacar. Eventualmente serás recompensado por Dios y por los hombres que aprecian el trabajo bien hecho.

Por el contrario, el flojo generalmente pierde oportunidades y termina siendo despedido.  Eso es consecuencia de su flojera y no castigo de Dios ni ataque del diablo.

Puedes hacer tres cosas con una semilla:

  • sembrarla,
  • molerla o procesarla para hacer otros productos,
  • y guardarla.

Si siembras una semilla, ¿cuánto fruto sacas de allí? ¡Mucho! El que tiene una mentalidad dirigida por los principios bíblicos siembra primero para ser buen administrador. Y siembra aun más para poder hacer más cosas.

Se siembra primero en la casa de Dios, en gente buena, en ministerios efectivos y en la tierra. Todo eso da frutos abundantes.

Se guarda para el invierno, para las vacas flacas, para compartir, para los momentos difíciles, para el retiro, para la vejez.

El que no guarda pasará necesidad y no es prueba del cielo, ni ataque del enemigo, sino resultado de tus decisiones.

Hector Blancovitch

Se muele para hacer más productos. La semilla que Dios te da es la materia prima de tus empresas y emprendimientos. Sea un negocio, un ministerio, o un don es tu responsabilidad trabajarlo duro. Entonces Dios puede multiplicar tu esfuerzo.

Muchos tienen la actitud de no guardar, no sembrar y solo comer. Si haces esto estás caminando hacia una vida de miseria; no es castigo de Dios ni ataque del enemigo, sino una consecuencia de la irresponsabilidad.

Si hoy vives consecuencias de los errores del pasado, hoy Dios te llama a cambiar tu futuro. Empieza hoy con la semilla que te dio. Puede ser una idea, un trabajo, una oportunidad de negocio o de servicio o ministerial.

Abre tus ojos y afina tu oído, Dios te está hablando.

Si hoy no tienes ideas, Dios te las dará; si no tienes sueños, Él te los dará. Afina tu oído, escucha porque Dios quiere que prosperes en todas las cosas según prospera tu alma.

Atrévete, identifica la semilla: siembra algunas, guarda algunas y muele otras. Verás que vendrán más semillas.


El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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CVCLAVOZ

. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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