¿Vale la pena ser fiel a Dios? A veces después de recorrer un largo camino o hacer un gran sacrificio puede que te preguntes si valió la pena.
En el camino de la fe también es possible que te hayas preguntado si vale la pena seguir a Dios, si vale la pena guardar sus mandamientos, si vale la pena ser fiel.
Es probable que viendo a tu alrededor veas a muchos otros que empezaron la carrera y la dejaron a medio camino. Perdieron la fuerza, se cansaron. Se desilusionaron y el compromiso que un día establecieron lo abandonaron.
La fidelidad implica lealtad y constancia. Pero también implica sacrificio.
El primer ejemplo de fidelidad lo vemos en Dios. Su constante y fiel amor por nosotros lo llevó a entregar a Su Hijo al sacrificio de una muerte de cruz.
Su amor está garantizado porque Él es fiel. La raíz del significado de la palabra fidelidad es certeza. Podemos estar seguros que Dios cumplirá Sus promesas porque es fiel.
Ahora bien, Dios es fiel pero ¿nosotros lo somos?
¿Vale la pena ser fiel a Dios?
La Biblia nos da ejemplos de hombres y mujeres que fueron fieles a Dios. Job, por ejemplo, llevaba una vida intachable.
Entonces Dios le preguntó: ¿Que piensas de Job, mi fiel servidor? No hay en toda la tierra nadie tan bueno como él. Siempre me obedece en todo y evita lo malo.
Job 1:8 (TLA)
En este pasaje, Dios se refiere a la fidelidad de Job observando sus hechos.
Indiscutiblemente la obediencia a Dios y el evitar lo malo, mostraba un carácter diferente en Job. Un carácter que resaltaba de los demás en la tierra. Un desempeño que le ganó la mención especial de Dios.
Sin embargo, ¿vale la pena ser fiel? Si leemos todo el libro de Job vemos que su comportamiento intachable fue probado, cuestionado por sus amigos y menospreciado por su esposa. Y finalmente pasó de tenerlo todo a perderlo todo.
La respuesta la encontramos también en el libro de Job.
- Él no encontró despropósito alguno en los designios de Dios.
- Job no negó la existencia y la misericordia de Dios.
- Él conoció a Dios de una forma más personal.
- Job terminó con el doble de las bendiciones con las que empezó.
Sin embargo la fidelidad no es una fórmula para lograr lo que uno desea. La fidelidad es un reflejo de tu corazón y lo que atesoras en él.
Ser fiel vale la pena si anhelas agradar a Dios. Ser fiel vale la pena si has puesto tu mirada en las cosas de arriba y no las inmediatas.
Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo —quien es la vida de ustedes— sea revelado a todo el mundo, ustedes participarán de toda su gloria.
Colosenses 3:2-4 (NTV)
Ser fiel vale la pena si deseas conocer a Dios de una forma personal.
De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven.
Job 42:5 (RVR1960)
La pregunta es personal. Y para ti, ¿vale la pena ser fiel?
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.