Sabemos que Dios odia el pecado en general, porque nos aleja de Él. Pero la Biblia menciona específicamente que hay cosas que Dios detesta, y estas se encuentran en Proverbios 6:16-19:
Hay seis cosas que el Señor odia,
(NTV)
no, son siete las que detesta:
los ojos arrogantes,
la lengua mentirosa,
las manos que matan al inocente,
el corazón que trama el mal,
los pies que corren a hacer lo malo,
el testigo falso que respira mentiras
y el que siembra discordia en una familia.
Las cosas que Dios detesta
1. La arrogancia
Hay varios pasajes en la Biblia que reiteran que Dios odia la arrogancia y el orgullo. Y no solo es que a Él le repugna esta actitud, sino que también tiene un castigo como consecuencia. Por ejemplo, en estos pasajes encontramos lo siguiente:
¡Amen al Señor todos los justos! Pues el Señor protege a los que le son leales, pero castiga severamente a los arrogantes.
Salmos 31:23 (NTV)
Él humilla a los orgullosos y derriba a la ciudad arrogante; él la echa al polvo.
Isaías 26:5 (NTV)
Y él da gracia con generosidad. Como dicen las Escrituras: «Dios se opone a los orgullosos pero da gracia a los humildes».
Santiago 4:6 (NTV)
La razón por la que Dios detesta el orgullo es porque este nos lleva a pensar que no necesitamos de un Salvador. Nos hace creer que somos suficientes para lograr todo y que Dios es solo un accesorio, cuando en realidad, la Biblia nos dice que nuestra existencia misma se debe al Creador.
La humildad nos lleva a reconocer que necesitamos de Dios para vivir en la tierra y para tener salvación eterna. Es esa actitud la que nos impulsa a conocer más de nuestro Señor y a amar a nuestro prójimo.
2. La mentira
Jesús fue muy enfático cuando dijo que aquellos que mienten tienen como padre al diablo:
Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira.
Juan 8:44 (NTV)
La mentira es un pecado, sin importar en qué mintamos. A veces creemos que decir una mentira pequeñas o inofensiva no es pecar; pero la Biblia no clasifica las mentiras según la gravedad, sino que a todas las clasifica como pecado.
La persona que está acostumbrada a no decir la verdad, hace de la mentira su estilo de vida y, al final, se miente a ella misma y cree que también puede mentirle a Dios. Sin embargo, Él conoce nuestros corazones y no hay nada oculto ante Él.
3. Las manos que matan al inocente
Alguien que desprecia a los inocentes y practica la maldad por diversión o placer es alguien que no tiene lugar para Dios en su corazón. Por eso en la Biblia hay varias advertencias al respecto; por ejemplo:
Hijo mío, si los pecadores quieren engatusarte,
Proverbios 1:10-11 (NTV)
¡dales la espalda!
Quizás te digan: «Ven con nosotros.
¡Escondámonos y matemos a alguien!
¡Vamos a emboscar a los inocentes, solo para divertirnos!
Dios protege a los inocentes y les da una herencia que dura para siempre (Salmos 37:18). Por eso detesta a la gente que conspira contra ellos.
4. El corazón que trama el mal
En un mismo corazón no puede cohabitar el pecado y Dios, porque Él es todo lo opuesto a la maldad.
El corazón que trama el mal está lleno de engaño; ¡el corazón que procura la paz rebosa de alegría!
Proverbios 12:20 (NTV)
Las acciones, tanto buenas como malas, son el fruto del pensamiento y de lo que albergamos en el corazón. Por lo tanto, no podemos hacer el bien si tenemos malas intenciones.
5. La disposición a hacer el mal
Desde el comienzo de la historia, Dios ha detestado la disposición a la violencia. Esto lo vemos en la historia de Caín y Abel, y cómo Dios desterró a Caín por haber asesinado a su hermano.
El Señor examina tanto a los justos como a los malvados y aborrece a los que aman la violencia.
Salmos 11:5 (NTV)
Una persona que tiene disposición a hacer el mal demuestra que en su corazón no hay lugar para un Salvador. Dios aborrece este comportamiento porque no solo daña a otras personas, sino también porque rechaza todo lo bueno.
6. El testigo falso
Decir mentiras acerca de otros es tan dañino como golpearlos con un hacha, herirlos con una espada o lanzarles una flecha afilada.
Proverbios 25:18 (NTV)
Mentir con tal de perjudicar a alguien es una actitud que Dios aborrece, no solo porque implica practicar la mentira, sino también porque hace daño al inocente.
En la Biblia encontramos varios pasajes que afirman que Dios es un juez justo; por lo que no soporta las injusticias.
7. El que provoca peleas familiares
Dios estableció la familia como la base de la persona y la sociedad. Así que, quien se esfuerza por causar peleas y discordia en un hogar está en contra de lo que Dios fundó. Él no nos llamó a provocar discusiones, sino a amarnos tal como Él nos ama.
Lo más importante de todo es que sigan demostrando profundo amor unos a otros, porque el amor cubre gran cantidad de pecados.
1 Pedro 4:8 (NTV)
Conclusión
La Biblia dice que hay 7 cosas que Dios detesta: el orgullo, la violenta, la mentira, la maldad, la disposición para hacer lo malo, la mentira en un juicio y provocar pleitos familiares. Estas actitudes nos alejan de Dios y nos impiden conocerle con profundidad. Por eso debemos pedirle ayuda para que quite el pecado de nuestro corazón y renueve nuestro pensamiento.