Hay quienes dicen que el orgullo es un sentimiento saludable que todos debemos tener, pero en la Biblia encontramos lo contrario. Es cierto que hay instancias en las que sentimos orgullo (por ejemplo, cuando tenemos algún logro); sin embargo, cuando este se hace parte de la vida, entonces es un comportamiento dañino.
En la Palabra de Dios encontramos varios pasajes en donde Dios reconoce y exalta a los humildes; y mira de lejos a aquellos que tienen una actitud arrogante.
¿Qué dice la Biblia sobre el orgullo?
El orgullo es pecado
Altivez de ojos, y orgullo de corazón, y pensamiento de impíos, son pecado.
Proverbios 21:4 (RVR1960)
El orgullo se considera un pecado porque la Biblia nos enseña que debemos ser humildes y reconocer que sin Dios no somos nada. Cuando somos vanidosos estamos rechazando a Dios porque creemos que gracias a nuestros propios méritos es que somos salvos; pero en realidad es por Su gracia que tenemos salvación y perdón.
Además, el orgullo impide que veamos con amor a los demás; y Jesús nos mandó a amar a nuestro prójimo.
El orgullo tiene consecuencias desastrosas
Después del orgullo viene la humillación, pero la inteligencia está con los humildes.
Proverbios 11:2 (PDT)
Tras el orgullo viene el fracaso; tras la altanería, la caída.
Proverbios 16:18 (DHH)
Una persona altiva puede creer que está en la cima del mundo y que tiene éxito; pero en la Biblia dice que el orgullo es el principio del fracaso. Además, la Biblia dice que la inteligencia está con los humildes; por lo que debemos practicar la humildad y rechazar los pensamientos contrarios.
Dios rechaza a quienes son orgullosos
Les digo que este se fue a su casa aprobado por Dios pero el otro no, porque el que se cree mucho será humillado, pero el que se humilla recibirá honor.
Lucas 18:14 (PDT)
Dios no soporta a los orgullosos, y una cosa es segura: no los dejará sin castigo.
Proverbios 16:5 (TLA)
El Señor es excelso, pero toma en cuenta a los humildes y mira de lejos a los orgullosos.
Salmos 138:6 (NVI)
Dios aprueba y acepta a quienes son humildes; pero no a los orgullosos. En la Biblia hay varios ejemplos de personajes que fueron humildes y Dios los engrandeció por esa razón; y en ninguna parte vemos que hizo lo mismo con los orgullosos. Es más, hay historias que sirven de ejemplo para que entendamos que el orgullo nos aleja de nuestro Señor.
El orgullo genera conflictos
El orgullo lleva a conflictos; los que siguen el consejo son sabios.
Proverbios 13:10 (NTV)
Ser orgulloso no solo afecta la relación con Dios, sino también con los demás. En la Biblia encontramos que la arrogancia genera problemas con las personas y nos hace rechazar el consejo. Por este motivo debemos practicar la humildad y rechazar la altivez.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.