En la Biblia podemos encontrar muchas referencias al nacimiento de Jesús. Y como todas las cosas de Dios, es asombroso cómo hubo profecías mucho antes de que ocurriera. El libro del profeta Isaías hace referencia a ¡tanto sobre nuestro Rey de Reyes!
Anuncios proféticos del nacimiento de Jesús en la Biblia
«Por eso, el Señor mismo les dará una señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo y lo llamará Emanuel.»
Isaías 7:14 (NTV)
«Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.Su gobierno y la paz nunca tendrán fin. Reinará con imparcialidad y justicia desde el trono de su antepasado David por toda la eternidad. ¡El ferviente compromiso del Señor de los Ejércitos Celestiales hará que esto suceda!»
Isaías 9:6-7 (NTV)
¿Qué dice la Biblia en el Nuevo Testamento sobre el nacimiento de Jesús?
Se nos dice que nació en Belén
«Por el censo que decretó Augusto, el emperador de Roma, todos tuvieron que regresar a los pueblos de sus antepasados para inscribirse en ese censo.
Lucas 2:4-5 (NTV)
Como José era descendiente del rey David, tuvo que ir a Belén de Judea, el antiguo hogar de David. Viajó hacia allí desde la aldea de Nazaret de Galilea. Llevó consigo a María, su prometida, quien estaba embarazada.»
Que su nacimiento fue milagroso
«La concepción de Jesús fue milagrosa y su vida cumplió un propósito sin igual. Él, siendo Rey, decidió por amor a nosotros, ¡hacerse tan vulnerable! Vino como indefenso bebito, a nacer en un lugar donde jamás podría imaginar ningún rey estar. Nunca habrá otro como Jesús. Siendo Dios, creador de todo, se hizo humano y vino a vivir y compartir con nosotros, para que luego, quienes lo escojamos, pasemos la eternidad a Su lado.
Lucas 1:30-33 (NTV)
—No tengas miedo, María—le dijo el ángel—, ¡porque has hallado el favor de Dios! Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será muy grande y lo llamarán Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David. Y reinará sobre Israel para siempre; ¡su reino no tendrá fin!»
Jesús nació con un propósito y se cumplió
Desde antes de nacer, Él sabía la misión que iba a cumplir: Vino a salvar a la humanidad de sus pecados, a ser la paga por los pecados de todos nosotros. Emanuel significa: «Dios con nosotros» y gracias a que tomó esa decisión, hoy tenemos la gran esperanza que predicamos: las buenas nuevas. Esto es, vida eterna en un lugar como Dios quería que fuera la Tierra cuando la creó, sin lágrimas, dolor ni enfermedad.
El nacimiento de Jesús fue por amor
Vino a esta tierra por amor. Tanto nos amó que nos dio una nueva oportunidad. El nuevo pacto. Debido a nuestra carnalidad, a nuestro empeño en pecar y hacer las cosas a nuestra manera, Él pudo habernos dado por muertos y no ocuparse más de nosotros. Sin embargo, demostró Su amor por nosotros en la cruz. Él dio Su vida por nosotros porque nos ama como nadie.
«Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.»
Juan 3:16 (NTV)
Su nacimiento fue anunciado por sabios del oriente
Leemos en el evangelio de Mateo esos sabios del oriente supieron que venía el Cristo, el Mesías, y que nacería en Belén de Judea. Nos dice que una estrella brillante guió a los magos hasta el lugar donde se encontraba el niño.
«Jesús nació en Belén de Judea durante el reinado de Herodes. Por ese tiempo, algunos sabios de países del oriente llegaron a Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Vimos su estrella mientras salía y hemos venido a adorarlo”. Cuando el rey Herodes oyó eso, se perturbó profundamente igual que todos en Jerusalén. Mandó llamar a los principales sacerdotes y maestros de la ley religiosa y les preguntó:
Mateo 2:1-4 (NTV)
—¿Dónde se supone que nacerá el Mesías?»
El nacimiento de Jesús es el principio de la redención de la humanidad, la manifestación del gran amor de Dios por su Creación y el cumplimiento de las revelaciones hechas en el Antiguo Testamento.
A través de la humildad con la que vino al mundo, vemos en todos los relatos bíblicos que, aunque somos minúsculos en comparación con toda la creación, somos amados inmensamente y por ello tenemos acceso directo a Dios. Nos permitió comunicarnos sin rituales ni sacrificios, al hacerse Él mismo el sacrificio para todos.
Cuando celebres el nacimiento de Jesús esta Navidad, no olvides tener presente todo lo que hizo. Lo que significó realmente su nacimiento, que vivió el ministerio que tenía que cumplir, soportó la terrible muerte sobre la cruz y Su gloriosa resurrección; todo esto nos corrobora Su promesa de vida eterna junto a Él.