A comparación de años anteriores, la inseguridad hoy en día es cada vez mayor y esto hace que muchas personas hagan todo lo que sea necesario para sentirse más seguras. Algunos instalan cámaras de seguridad, adquieren alarmas, muros eléctricos, contratan personal de seguridad y demás, pero, ¿a pesar de contar con un fuerte sistema de seguridad se puede vivir seguro?
La verdadera protección está en manos de Dios
Si bien todo lo mencionado en cuanto a seguridad puede ayudar, la verdadera protección está en las manos de Dios, porque una cámara de seguridad solo cuidará un lugar específico y puede fallar en cualquier momento; sin embargo, la protección de Dios siempre estará sobre ti, porque irá contigo.
¡Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente a ellos, porque el Señor tu Dios, él mismo irá delante de ti. No te fallará ni te abandonará.
Deuteronomio 31:6 (NTV).
En mateo 28:20 Jesús promete a todos los que confían en Él estar todos los días hasta el fin del mundo. Por lo tanto, la mejor protección que podemos tener contra la inseguridad está en Dios, porque Él cuida de nosotros constantemente en este mundo.
¿Cómo estar seguros de la protección de Dios?
Cuidando nuestra relación personal con Dios. Orando en todo tiempo y meditando en sus promesas. Cuando estamos en continua comunión con Dios, somos llenos de Su presencia y vivimos confiados.
¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti, a todos los que concentran en ti sus pensamientos!
Isaías 26:3 (NTV).
Al leer la Biblia encontramos muchas promesas como esta sobre la protección de Dios y vemos que Él posee la capacidad de protegernos porque es Todopoderoso. Por esa razón, la comunión con Él es fundamental para vivir seguros, porque Él es nuestro refugio seguro.
El mejor refugio ante la inseguridad
Por lo tanto, busquemos que nuestra comunión con Dios sea constante y vivamos confiando en Su palabra. El Señor es nuestro refugio y lugar seguro. Los que viven bajo el cuidado de Él tienen una protección especial del todopoderoso.
Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio. Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección. No tengas miedo de los terrores de la noche ni de la flecha que se lanza en el día. No temas a la enfermedad que acecha en la oscuridad, ni a la catástrofe que estalla al mediodía. Aunque caigan mil a tu lado, aunque mueran diez mil a tu alrededor, esos males no te tocarán.
Salmo 91:4-7 (NTV).
Dios protege a los que viven para Él.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.