Existen trayectos en la vida que no quisiéramos recorrer por lo duro y difícil que resulta ser, pero no puedes quedarte en medio camino, confía en Dios y camina con paciencia.
¿Cuál es tu Egipto?
Para los israelitas, Egipto se había convertido en sinónimo de esclavitud y de dolor, y anhelaban su libertad; Dios no quedó indiferente a su anhelo porque estaba dentro de sus planes y propósitos, así que usó a su siervo Moisés como líder para liberar a su pueblo.
Sin embargo, los israelitas perdieron de vista el objetivo y se concentraron más en dónde estaban (en el desierto) antes de poner su atención a dónde se dirigían, a la tierra prometida.
Y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.
Éxodo 16:3 (RVR 1960)
Confía en Dios en cada paso que des
Es probable que hoy estés pasando por un desierto, llámese enfermedad, problemas en las finanzas o familia u otra situación; es muy importante que te enfoques en el poder de Dios.
Cuando tu confianza está depositada en el Señor, tus armas principales serán la oración, su Palabra, la intercesión de los hermanos y así serás fortalecido. Verás y serás testigo de la respuesta oportuna de tu Padre Celestial.
Confía en Dios mientras pases por el desierto y verás sus promesas hechas realidad en la situación que estés atravesando.
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.
Isaías 43:2-3 (RVR 1960)
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.