Muchas veces estamos afanados buscando nuevos cursos, obtener nuevos diplomas, en ser mejores en nuestras carreras, pero olvidamos que esas cosas son pasajeras y que nuestro enfoque debe estar en lo eterno. Y tú, ¿dejas para después tu crecimiento espiritual?
Preparación eterna
Un joven ingeniero, indiferente al Evangelio, acababa de terminar sus estudios y entraba en la vida laboral activamente, cuando alguien le preguntó:
- ¿Cuánto tiempo necesitaste para obtener tu diploma?
- No menos de 5 años, contando los años de preparación y de práctica- contestó el joven.
- ¿Y cuánto tiempo crees que va a durar tu carrera?
- Supongo que unos 40 años, quizás menos si la edad de jubilación se adelantara- fue la respuesta del joven.
- Cinco años de intensa preparación para un porvenir de 40 años terrenales te parece que vale la pena, y ¿no consagras ni una hora para prepararte para tu porvenir eterno? Has estudiado muchos libros para instruirte en tu especialidad, libros que habrán sido superados mucho antes del fin de tu carrera; y ¿el libro que no cambia, el único libro que instruye en las verdades eternas no te interesa? Si sigues así habrás formado parte de la élite de la tierra, pero el cielo te permanecerá cerrado.
¿Andas postergando tu crecimiento espiritual?
Muchas veces nos afanamos por obtener títulos, hacemos especialidades, buscamos tener los mejores conocimientos de nuestras áreas de trabajo y no, no está mal que deseemos superarnos, pero ¿sucede lo mismo con nuestra formación espiritual? O ¿Dejas para después tu crecimiento espiritual?
No se preocupen tanto por las cosas que se echan a perder, tal como la comida. Pongan su energía en buscar la vida eterna que puede darles el Hijo del Hombre. Pues Dios Padre me ha dado su sello de aprobación.
Juan 6:27 (NTV)
Las cosas terrenales tienen un tiempo perecedero, pero las cosas espirituales son eternas y no debemos subestimarlas ni posponerlas todo el tiempo porque realmente no sabemos cuánto tiempo tenemos antes de presentarnos ante Dios.
Nadie sabe lo que depara el mañana
Nadie tiene la vida comprada y tampoco tenemos certeza de cuánto tiempo viviremos en la tierra, por eso, nuestra preparación espiritual debe ser diaria, no debemos descuidarla.
No importa si aquí en la tierra eres muy conocido ni cuántos títulos tengas, esas cosas no te servirán en la eternidad. Debes cultivar tu relación con Dios desde ahora y debe ser constante.
Empieza a leer más la Biblia, a congregarte, a orar, porque la relación con Dios es de todos los días y es más importante que cualquier título que te dará trabajo por contados años en la tierra. Trabaja en aquello que tiene valor de eternidad.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.