pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
1 Juan 1: 9 (NTV)
El pecado nos aleja de Dios y trae vergüenza nuestra vida, sentimos que le hemos fallado al Señor y pensamos que ya no podremos recibir su perdón, pero la Biblia dice que si confesamos nuestros pecados alcanzaremos su perdón y seremos limpios de toda maldad.
Confiesa tu falta
Dos niños se hallaban jugando en el despacho de su padre y sin querer volcaron un tintero sobre la hermosa alfombra persa que había en el lugar.
- ¡No le digas a mamá! – gritó el más pequeño- Mamá nos castigaría. Cerremos la puerta y vamos a jugar al jardín, así no sabrá que fuimos nosotros.
El mayor, siguiendo firme en su idea de contarle a su mamá, fue lloroso a contárselo. Ella fue corriendo con algunos productos de limpieza y logró quitar la mancha.
- Estoy muy contenta de que me hayan avisado – les dijo mientras limpiaba- Si no me lo decían se habría secado la tinta y ya no hubiera habido remedio.
Recuerda, Él es fiel y justo
A veces pensamos que lo mejor es escondernos y alejarnos de Dios o tapar el pecado y hacer como si no existiera por la vergüenza que sentimos. Pero, la Palabra de Dios, nos invita a confesar nuestros pecados para alcanzar el perdón y ser limpios de toda maldad.
Si negamos nuestra condición de pecadores, o intentamos justificar nuestras faltas, estaríamos llamando a Dios mentiroso y solamente nos alejaremos de Él.
Si afirmamos que no hemos pecado, llamamos a Dios mentiroso y demostramos que no hay lugar para su palabra en nuestro corazón.
1 Juan 1:10 (NTV)
Dios es fiel y justo, si nos presentamos ante Él con corazones arrepentidos, nos perdonará. Ya no huyas, no trates de justificarte ni busques ocultar tu pecado, preséntate ante Él y confiesa tus pecados.
Mantener oculto tu pecado solamente te atará a él y te alejará de las bendiciones de Dios. No permitas que la vergüenza y el pecado te alejen del propósito que el Señor tiene para ti. ¡Sé libre de aquello que te ata!
Oración del día
Señor, sé que te he ofendido, reconozco mi pecado y vengo ante ti con corazón humilde para pedirte tu perdón. Limpia mi corazón y ayúdame a no pecar más, dame la fortaleza y la sabiduría que necesito para vivir de acuerdo a tu perfecta voluntad. Gracias Señor porque tú eres fiel y justo y puedo acudir a ti confiando en que puedes limpiarme de toda maldad. En el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿Alguna vez trataste de esconder tu pecado? ¿Qué sentiste al confesarlo?
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial. CVCLAVOZ