¿Eres de los que se preocupa demasiado? Quizás eres de aquellas personas que no saben cómo lidiar con sus preocupaciones; o tal vez eres de los que no permite que las preocupaciones afecten demasiado su vida.
Hace muchos años, un profesor de la Universidad de John Hopkins dijo: “No sabemos por qué es, pero el que se preocupa muere más pronto que el que hace a un lado sus preocupaciones”.
Todos tenemos problemas, sin duda alguna, pero existen personas que permiten que las dificultades les quiten el sueño, la paz, les causen problemas familiares o con amistades e incluso afecten su salud.
No es que no importe
Confiar en Dios no significa que los problemas no importen o que vayamos a dejar que se arreglen como sea sin hacer nada al respecto.
Poner nuestra confianza en Dios es saber que, pese a cualquier circunstancia Él está en control y sus planes para nuestras vidas no cambian, siguen siendo de bien. Sin importar cuál es el problema, Dios tiene una solución, una respuesta.
Si eres de los que se preocupa demasiado, al punto de no poder hacer nada más que pensar en el problema, recuerda esta promesa:
Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza. Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces que se hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor ni temen los largos meses de sequía. Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto.
Jeremías 17:7,8 (NTV)
¿Eres de los que se preocupa demasiado?
Si no puedes lidiar con los problemas, busca a Dios, entrégale tus preocupaciones; pídele sabiduría y fortaleza para enfrentar las dificultades y nunca olvides que sin importar las circunstancias, Dios está en control.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.