En la vida son muchas las decisiones que tomamos y que tomaremos, y lo cierto es que en muchas ocasiones no son nuestras.
Hemos visto desde el principio que todos tendemos a querer hacernos ver como superiores a Dios y no debe ser así, pero definitivamente es una tendencia.
Dios nos ha pedido que no dependamos de nuestro propio entendimiento. Cuando conocemos al Señor y nos hacemos sus hijos, podemos experimentar su inmenso amor y, por eso mismo, comprendemos que lo mejor es someter todas nuestras decisiones a Su juicio.
Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar. Proverbios 3:5-6 (NTV)
Pero soltar las riendas y confiar verdaderamente en Dios es una de las cosas que más nos sigue costando. Satanás quiso ser superior a Dios y, al igual que él, muchas veces nosotros dejamos llevar por el ego. Nos podemos sentir superiores, poderosos, pero no es nuestro lugar.
Querer tener control nos puede llevar a tomar decisiones que no son nuestras
»¡Cómo has caído del cielo, oh estrella luciente, hijo de la mañana! Has sido arrojado a la tierra, tú que destruías a las naciones del mundo.Pues te decías a ti mismo: “Subiré al cielo para poner mi trono por encima de las estrellas de Dios. Voy a presidir en el monte de los dioses, muy lejos en el norte. Escalaré hasta los cielos más altos y seré como el Altísimo”. Isaías 14:12-14 (NTV)
Aunque ese pasaje de la Biblia se refiere al rey de Babilonia, describe la tendencia del poder espiritual detrás de él, es decir Satanás. Fue echado del cielo por su orgullo, por su ego. En Ezequiel es descrito como un ángel increíblemente hermoso, el más alto, un querubín ungido, hermosa creación de Dios.
Sin embargo, él no se conformó con eso. Él quería ser Dios o superior a Él y tomar control de toda la Creación. Aunque en esa porción anterior de Escritura dice que cayó del cielo, es figurativo. Dios lo echó. Cayó en su debilidad y fue echado.
Es la razón por la que tenemos que luchar a diario con nuestra carnalidad. Necesitamos ser humildes y agradecidos. Poner nuestros proyectos, ideas, deseos y anhelos en manos del Señor. Pidiendo que Él los bendiga y dirija. Así saldrán mejor.
Las decisiones que debemos tomar, son importantes, pero hay decisiones que no son nuestras y, en ese caso es importante que las pongamos en manos de Dios. Le pidamos que sea Su voluntad en todo en nuestras vidas, sabiendo que por Su gran amor por nosotros, así siempre será mejor.
Oración del día
Gracias mi Dios amado por ser tan paciente, bueno y generoso con nosotros. Bendito Dios, te pido perdón si muchas veces siento que mis iniciativas y planes no debo consultarlos contigo. Gracias por dejarme saber que me amas tanto y que por eso debo poner todo en Tus manos. Que yo siempre consulte contigo antes de tomar decisiones y sepa cuáles no son mías. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿Qué decisiones has consultado con Dios, y cuáles han sido los resultados?