Cuando nos sentimos rotos, resquebrajados, desolados y sentimos que hemos llegado al punto de no importarnos nada, necesitamos de Dios. Es cuando nos rendimos total y absolutamente y nos dejamos de intentar por nuestra propia fuerza.
Es en esos tiempos en los que veremos cómo responde Dios. Él siempre está ahí para nosotros, pero le tenemos que llamar y más importante aún, nos tenemos que rendir. Reconocer nuestros errores es primordial y decidir tratar de ser lo más puros que podamos para nuestro Dios.
Muchos nos podemos salir de los caminos por tiempos cortos, algunos por tiempos más largos, pero cuando lo reconocemos y pedimos perdón, Dios nos ampara. Y nos restaura. Restaura nuestra alegría y nos recibe con brazos amorosos. Nos perdona y nos muestra Su gran amor.
Restaura en mí la alegría de tu salvación y haz que esté dispuesto a obedecerte.Entonces enseñaré a los rebeldes tus caminos, y ellos se volverán a ti.
Salmos 51:12-13 (NTV)
Rendidos a Su voluntad
Cuando nos sinceramos con Dios y nos rendimos a Su voluntad, veremos Sus grandes obras en nosotros y en todo lo que tiene que ver con nosotros. La humildad es recompensada con bendiciones sin iguales. No olvidemos cuánto nos ama nuestro generoso y poderoso Dios.
Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.
Romanos 8:28 (NTV)
Dios nos quiere alegres y restaura nuestro espíritu si acudimos a Él. Necesitamos estar conscientes en todo momento de que lo que quiere para nosotros es el bien. Nos cuida y nos guía si se lo pedimos. Nos ama tanto que incluso nos da sabiduría si se la pedimos.
Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo.
Romanos 15:13 (NTV)
Que la alegría de Dios crezca en ti y sientas cómo te restaura nuestro Amado Dios cuando lo necesitas y se lo pides. Que estemos siempre dispuestos a volvernos a Dios y a dejarnos guiar por Él para sentir Su paz, Su alegría y Su infinito amor.
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