¿Quieres tener una petición escuchada? Seguramente varios inician el año con estas palabras «Señor este año te pido…» porque todos queremos que nos vaya bien. Tenemos diferentes necesidades y esperamos superarlas, recibir bendición para nuestras vidas y familia.
Tu petición puede ser escuchada
Y cualquiera cosa que pidiéramos la recibiremos de Él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de Él.
1 Juan 3:22 (RVR 1960)
Muchos desea que su petición sea escuchada, pero olvidan que primero tienen un deber. La Biblia dice «guardar sus mandamientos y hacer cosas que le agraden a Él». ¿Eres obediente a la Palabra del Señor? ¿estás agradándole con tus acciones?
Antes de quejarnos y reclamar el motivo por el cuál no estamos recibiendo respuesta a nuestras peticiones, sería necesario analizar si nosotros mismos somos causantes de no recibir las bendiciones del Señor o respuesta a nuestras oraciones.
Una densa neblina me estorba
Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.
Salmos 66:18 (RVR 1960)
Primero comprendamos que el pecado nos separa de Dios. Es como una densa neblina que se pone delante, la cual es un estorbo para encontrar la presencia del Señor. Impide que adores al Rey y también, que tu petición sea escuchada.
Libérate de la niebla
Si quieres que Dios escuche tu petición necesitas liberarte de este problema. Esta densa neblina solamente se disipará cuando pidas perdón de corazón por tus pecados, estés arrepentido y dispuesto a no volver a pecar. Solamente un corazón sincero, contrito y humillado logrará que seas libre del pecado y sus consecuencias.
Te animo a examinar tu vida y corazón, reflexionar si te encuentras en la voluntad de Dios. Si estás actuando de forma que desagrada al Señor, considero que es tiempo de dejar de pedir, y comenzar a obedecer.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.